Aquellas letras mayúsculas de la novela se convirtieron en texto didáctico y en su deambular han terminado por subirse al escenario convertidas en pieza teatral, en historia representada.

Este ha sido, a grandes rasgos, el "viaje" particular de "Me llamo Suleimán", obra original de Antonio Lozano (Tánger, 1956) que se adaptó como lectura para el alumnado de los institutos, un acicate para el debate y la reflexión sobre el fenómeno de la inmigración: el conocimiento del "otro".

El resultado es "magnífico" -como el sobrenombre del propio Suleimán-, subraya su autor, quien elogia a boca llena "la puesta en escena; la dirección de Mario Vega; la animación creada por Juan Carlos Cruz; la interpretación de Marta Viera...", un montaje que hoy "desembarca" con todo su equipaje emocional y su contenido humano en la isla de El Hierro.

La obra, además, ha conseguido trasponer fronteras, representándose en el teatro Manizales, de Colombia, en Madrid, La Coruña y Orense, en representaciones para escolares, dejando "una sensación gratificante", asegura su creador, un rastro que hace unos días se convertía en "agradable sorpresa" con la noticia de su selección entre las obras aspirantes a la Mejor Autoría Teatral en la XIX edición de los prestigiosos Premios Max de teatro.

"Un motivo de satisfacción", sostiene Lozano, "tanto para mí como para el grupo", mientras recita con tono de admiración la nómina de reconocidos autores que figuran entre los preseleccionados.

De fondo, late con un pulso acelerado el drama que encierra un montaje producido por Unahoramenos S.L. y el Ayuntamiento de Agüimes, que supone un golpe a las conciencias y que, más allá de la evidente denuncia del tráfico de seres humanos y de esa idílica búsqueda del "paraíso", se centra en las idea de que "el inmigrante es, ante todo, un ser humano único e irrepetible".

La intención de Lozano no es otra que "darle la voz" a quienes considera los protagonistas de historias "heroicas" y que en el desarrollo de estos episodios de épica moderna desprenden una enorme generosidad, comparable a la que representaron las generaciones de los abuelos y bisabuelos que abandonaron Canarias, a costa de sus vidas, en busca de horizontes de esperanza.

Y es así, desde los ojos de "Me llamo Suleimán", Lozano propone "mirar las cosas tal y como son", darle la palabra a un joven inmigrante y reflexionar sobre los motivos que mueven a estas personas a desafiar a la muerte.

Día: Sábado, 27 de febrero.

Lugar: Centro Cultural Asabanos.

Hora: 20:30.

Antonio

Lozano

escritor