El Consejo de Seguridad de la ONU exigió hoy el respeto del cese de hostilidades en Siria, mientras que la organización anunció una nueva ronda de negociaciones de paz entre el Gobierno y la oposición para el próximo 7 de marzo.

Menos de una hora antes del inicio del alto el fuego -fijado para la medianoche hora de Damasco (22.00 hora GMT)-, el máximo órgano de decisión de la Naciones Unidas lo respaldó con la aprobación por unanimidad de una resolución discutida hasta el último minuto por Estados Unidos y Rusia.

El texto da la bienvenida a los compromisos de los bandos para detener la violencia y subraya la necesidad de que todos permitan el suministro inmediato de ayuda humanitaria a toda la población, incluida aquella que se encuentra en localidades sitiadas por combatientes.

El cese de hostilidades, impulsado por EE.UU. y Rusia, ha sido aceptado por 97 grupos armados y el Gobierno y excluye explícitamente a las organizaciones terroristas Estado Islámico (EI) y Frente al Nusra.

Según los primeros informes recibidos por la ONU, al llegar la medianoche las ciudades de Damasco y de Daria "se calmaron de pronto", en observación de ese alto el fuego.

Sin embargo, la organización también recibió información de un posible primer incidente, que está investigando, dijo el enviado para Siria, Staffan de Mistura, en una conferencia de prensa desde Ginebra.

Poco antes, De Mistura anunció por videoconferencia al Consejo de Seguridad su intención de volver a reunir al régimen de Damasco y a representantes de la oposición.

"Asumiendo que el cese de hostilidades se mantenga en general y que el acceso humanitario continúe, tengo intención de volver a convocar (...) las discusiones intrasirias el lunes 7 de marzo", dijo el diplomático.

La primera fase de negociaciones organizada por De Mistura en Ginebra, que volverá a acoger el diálogo, se suspendió a principios de este mes después de días de vanos intentos para iniciar el proceso.

El mediador de la ONU advirtió de que con total seguridad habrá "incidentes" que alteren el alto el fuego y subrayó que lo "importante" será que éstos se puedan controlar rápido.

"En todos los ceses de hostilidades que he visto en cualquier tipo de conflicto (...) hay una gran probabilidad de dificultades, necesidades de ajuste, tensiones e incidentes", subrayó.

Estados Unidos y Rusia se ocuparán, con ayuda de la ONU, de vigilar el cumplimiento del acuerdo y de la gestión de los problemas que puedan surgir, explicó De Mistura.

Para ello, han puesto en funcionamiento centros de operaciones en Moscú, Washington, Latakia (Siria) y Amán, que recogerán la información sobre posibles violaciones.

El compromiso aceptado por todas las partes es que el uso de la fuerza será el último recurso a la hora de responder a incumplimientos del cese de hostilidades, aseguró De Mistura.

Sobre las negociaciones de paz, el mediador dijo que la primera ronda durará tres semanas y a ella estarán invitados "los mismos representantes del Gobierno sirio y de la oposición" que participaron en el anterior intento.

Además, la "agenda será exactamente la misma", con el objetivo principal de lograr una "solución política global a través de negociaciones sobre un proceso de transición política".

Según destacó De Mistura, la actual situación es "la mejor oportunidad (...) que los sirios han tenido en cinco años de ver algo mejor".

Pese a liderar con sus acuerdos esos progresos, EE.UU. y Rusia se enzarzaron hoy en una negociación de última hora sobre detalles de la resolución que finalmente aprobó el Consejo y que terminaron con la eliminación de varias referencias a la Comisión Suprema para las Negociaciones (CSN).

Ese grupo, principal formación opositora y con sede en Riad, tiene la oposición de Rusia e Irán, y su desaparición del texto fue lamentada hoy por otros países como Francia y el Reino Unido.