El quiosco de la plaza de la Alameda, uno de los espacios de referencia en Santa Cruz de La Palma que fue concebido en el segundo tercio del siglo XIX como lugar de esparcimiento y ocio, reabrió ayer sus puertas después de estar cerrado durante los últimos cuatro meses.

El negocio, de propiedad municipal, fue arrendado en 2010 hasta finales de 2015, pero la empresa que lo tenía adjudicado decidió abandonarlo dos meses antes de que se cumpliera el contrato, después de que su explotación no fuera rentable, teniendo en cuenta que debía pagar un alquiler de 3.000 euros al mes.

Ante esta situación, el ayuntamiento lo sacó de nuevo a concurso pero por la mitad de precio, presentándose cuatro ofertas. Al final, la ganadora fue la presentada por un familiar directo del anterior adjudicatario, que tras la firma del correspondiente contrato y el resto de los trámites oportunos, reabrió el establecimiento.

El quiosco ha abierto con menos mesas de las que tenía en el momento de cerrar, cuando su mobiliario casi llegaba a la salida de la plaza por la Cruz del Tercero, una situación que el ayuntamiento ha dejado claro que no debe volver a ocurrir en esta nueva etapa.