La historia de una mujer que espera el regreso de su ser amado que emigra a América, tiempo en el que fluyen en su mente recuerdos, desengaños y muchas preguntas sinceras, sirve de pretexto a la actriz, dramaturga y codirectora de Burka Teatro Aranza Coello para hilar "La batalla", un apreciado espectáculo que mañana, sábado, se escenificará, a partir de las 20:30 horas, en el teatro Príncipe Felipe de Tegueste.

El éxito de crítica y público ha acompañado a este montaje, que obtuvo el Premio Especial José María Rodero en el XVIII Certamen Nacional para Directoras de Escena Ciudad de Torrejón, tras su estreno en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. Esta pieza, en la que también intervienen las actrices Irene Maquieira y Pilar Duque, continuará su periplo de representaciones por Santiago del Teide (7 de marzo), Guía de Isora (8 de marzo), S/C de La Palma (11 de marzo), Los Realejos (12 de marzo), San Sebastián de La Gomera (18 de marzo), La Laguna (1 de abril) y Candelaria (2 de abril).

Coello tiene muy claro que las principales batallas, como la que ella plantea en su texto, las libra uno consigo mismo. "El peor enemigo es el que está dentro, no el que está fuera. Quizás la batalla es personal, la que libramos todos con nosotros mismos , que suelen ser las más cruentas. El problema de esta batalla es que no hay buenos ni malos, por eso es tan dura, porque no hay soluciones. Quien vaya a ver La batalla esperando una solución no la va a tener. Si hay alguna conclusión, que lo dudo cada vez más, es que tienes que asumir que a veces te equivocas (...). La batalla es una búsqueda, es cuestionarnos y reflexionar sobre lo que somos y lo que queremos y lo que estamos dispuestos a hacer por lo que queremos".

Los ciento veinte minutos que dura el montaje, que se desarrolla en medio de una escenografía muy sencilla, se ubica en los años 50 del siglo pasado y aborda la historia de una mujer que crece en América y emigra a la Canarias de la posguerrra mientras su marido, isleño, vuelve a América, donde se conocieron. Su nieta, setenta años después, necesita recomponer su pasado para afrontar su presente. "Como en un juego de espejos, dialogan la nieta, la imagen que ella tiene de su abuela y la Penélope homérica, que esperó durante veinte años el regreso de Ulises", reza la sinopsis de la obra.

"La batalla" refleja aspectos que invitan al espectador a reflexionar y recuerda que, a veces, existe una marcada tendencia a buscar a los culpables de las desgracias que padecemos en el exterior, cuando en realidad lo somos nosotros mismos. "Al final, te rebota. Es un poco lo que le pasa al personaje que plantea La batalla. Hay gente que sigue echando balones fuera, o puedes intentar asumir que las decisiones están en ti y son tuyas".

La peculiar "contienda" con uno mismo que plantea Aranza en esta obra responde a la realidad circundante, por eso invita a reflexionar sobre por qué se asumen las cosas tal como vienen dadas y no se les hace frente para cambiarlas. "La batalla" plantea preguntas, no respuestas, a través de la reconstrucción de la memoria de unos personajes tan reales como la vida misma.

Para ello, la autora también utiliza la danza, supervisada por el bailarín Daniel Abreu, Premio Nacional de Danza. "La danza habla de un territorio muy íntimo y había algunas cosas que no las podías expresar de otra manera. No podía ponerlas en palabras, sino que necesitaba que hablara el cuerpo".