Unos 200 trabajadores de los poco más de 300 que forman la plantilla del Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane son personal municipal desde hace lustros, incluso décadas, sin haber realizado nunca ningún tipo de prueba o examen, es decir, se les permitió el acceso a la función pública incumpliendo con los principios de mérito y capacidad, una situación que se repite, quizás en menor medida, en no pocas corporaciones locales.

Eran otros tiempos, las corporaciones locales o, para ser más exactos, sus mandatarios tenían carta blanca para incorporar a trabajadores al ayuntamiento ya fuese por necesidades del servicio, por afinidades personales o incluso por compromisos políticos. La realidad es que de una plantilla de 314 trabajadores, tan solo 52 son funcionarios y entre ellos se encuentran los 28 policías locales. A ellos hay que sumar 26 trabajadores laborales fijos. El resto, indefinidos que accedieron de aquella manera en la institución. Algunos de ellos, incluso, de las mismas familias.

La mayoría, no todos, de este personal entró o lo entraron en el ayuntamiento para cubrir puestos en los que no se requiere de una gran formación, como peones, oficiales, auxiliares administrativos, limpiadoras o conductores. Es cierto que también hay licenciados o de grado medio, pero son los menos del personal laboral en condición de indefinidos.

Sin embargo, la corporación local se encuentra inmersa desde la legislatura anterior, aunque es ahora cuando deberá impulsarla, en la elaboración de la Relación de Puestos de Trabajo, encargada a una empresa externa especialista en la materia. El objetivo es consolidar las plazas, para lo que primero tendrá que haber un acuerdo en cómo afrontarla entre gobierno (en minoría) y oposición, y, a la vez, una negociación con los representantes sindicales de los trabajadores municipales.

EL DÍA se puso en contacto con la concejal responsable de Recursos Humanos en el Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane, Lorena Hernández Labrador, para conocer cómo se encuentra la RPT y, sobre todo, en qué situación quedarán las plazas que fueron cubiertas hace lustros sin cumplir con los principios exigidos. A propósito, señaló que "las corporaciones locales deben tener en cuenta que el Cuerpo de Funcionarios no acepta que se funcionarice obviamente de forma directa a gente que no ha tenido que pasar por ningún tipo de prueba".

Por tanto, "se debe abrir un proceso donde el grupo de gobierno (PP) defiende que las personas que están ahora trabajando en el ayuntamiento deben tener sus ventajas, pero sin regalar nada y teniendo todos que hacer un examen", apuntó Hernández, aunque "habrá que conocer también la opinión de la oposición y llegar a un consenso sobre el procedimiento que debe llevarse a cabo. Nuestro grupo sí entiende que hay gente que lleva trabajando 25 o 30 años en el ayuntamiento y que no puede ir concurso abierto. Repito, sin regalar nada y pasando por las pruebas correspondientes".

La concejal popular, que tendrá que intentar arreglar el desaguisado heredado, hizo además una reflexión sobre lo que ocurre con la plantilla municipal: "Habría que ver la responsabilidad del trabajador y también la que tienen aquellos que permitieron esta situación".

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