La firma Nina Ricci ha presentado su colección Otoño/ Invierno 2016-17 en el marco de la Semana de la Moda de París. Para esta colección, Guillaume Henry viste a una mujer enamorada.
Las siluetas son alargadas y esbeltas, inspiradas en el estilo de las chaquetas y abrigos masculinos.
El tratamiento de las telas evoca tensión y un toque de moderación: tejidos de aires deportivos como el satén segunda piel y el georgette de seda strech tienen cierres de cremallera que contrarrestan ricas pieles, lentejuelas o brillante terciopelo lamé.
Guillaume Henry realza los pantalones de esquí desde el slope, embelleciéndolos con detalles de costura como apliques de piel de pony con ribetes de piel en charol. Chaquetas deportivas se combinan con faldas casi burguesas.
Telas arrugadas evocan la fragilidad y la emoción sensual del momento, mientras la paleta de colores permanece deliberadamente sutil: sombras silenciosas de falso negro, caqui, acero, verde azulado intenso y un borroso lavanda crean una sensación de clandestinidad.
El terciopelo negro laminado brilla como las calles de París en una noche lluviosa. Una falda verde con lentejuelas tintinea vivamente. El terciopelo rojo arrugado de un vestido de cocktail lo devuelve a la realidad terrenal.
Los recortes de encaje en el cuello, en motivos patchwork y camuflados, aportan belleza con un, casi accidental, encanto abstracto.
Telas nobles se adaptan al día a día, encontrando el equilibrio en estructurados y definidos abrigos con botones de cerámica en oro.
Los zapatos fusionan lo casual y el chic burgués, con puntas afiladas, altos tacones esculpidos y mezcla de piel de anguila, avestruz o piel en mate o charol, gris bronce, marrón o negra.
Mules con flecos se ponen y quitan con facilidad. El bolso Lily, una pieza dúctil ideada para llevarse como un ramo de flores, está inspirado en la protagonista de la película de Louis Malle "Black Moon" de 1975. Femenina, seductora y sincera.
Una mujer con estilo propio, chic sin provocación.