En abril de 2012, hace ahora casi cuatro años, constituimos la Asociación Canaria de Usuarios y Amigos de la Homeopatía, ACUAHOM, con promotores en todas las Islas y con el objetivo general de contribuir a la mejor salud de la población de Canarias. Esto, a través de un proyecto y de un compromiso de trabajo para las personas que pretende poner fin a las actuales discriminaciones en esta área y conseguir que de una vez se lleven a cabo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (2002, 2005,2014), que en la actualidad no se están cumpliendo en España en lo que se refiere a la incorporación de la homeopatía a la atención pública, es decir, a la seguridad social. Algo que no debiera suceder, pues se trata de una medicina segura, no tóxica y muy económica y, por tanto, favorecedora de un ahorro importante para las arcas públicas si su incorporación se llevase a cabo.

Entre los objetivos específicos que nuestra asociación considera como fundamentales se encuentran: la educación sanitaria de la población en general y de los profesionales sanitarios. Es decir, ofrecer y favorecer para todos los que lo deseen una información verídica sobre lo que es y lo que no es la homeopatía, pues sólo con esta información y con un conocimiento adecuado de sus posibilidades y límites como método terapéutico, el usuario podrá hacer uso del derecho a elegir, un principio general que los Gobiernos enuncian en ocasiones pero que no se cumplen aquí con la homeopatía. La formación de los usuarios facilita además evitar una excesiva dependencia de los servicios sanitarios, nos ayuda a potenciar la responsabilidad y la autonomía de los pacientes y constituye un objetivo fundamental a defender por parte de nuestra asociación. En relación a la formación de los profesionales pensamos que esta deberá hacerse desde instancias universitarias, nacionales e internacionales, y con el objeto de favorecer la mayor calidad médica, farmacéutica y veterinaria.

Dentro de nuestros objetivos básicos se encuentra además facilitar el acceso y uso adecuado de los medicamentos homeopáticos por parte de la población en general. Pues es necesario evitar el desabastecimiento de los mismos y favorecer que se puedan adquirir todos ellos con facilidad en todas las farmacias de las Islas, pues en ocasiones existen dificultades para adquirir algunos de ellos en algunos lugares del Archipiélago. Ello sin contar con que algunas personas no pueden costear un pago de los mismos, aunque no sean muy caros, por tratarse de aquellos sectores de la población más desfavorecidos económicamente. Cuestión esta que deberá resolverse.

A nadie se le esconde que pretendemos la incorporación de Canarias al grupo de países más adelantados de Europa, donde ya se encuentra recogida en el servicio público y dado que en España actualmente solo se puede acceder a la medicina homeopática en las consultas privadas. Hemos de tener en cuenta que un 30% de la población canaria ya la ha utilizado en algún momento. Y además, muchos de los usuarios son sanitarios o familiares de los mismos. Lo que es bueno para unos ha de ser bueno para todos aquellos que deseen esta opción terapéutica. No es una cuestión de caridad, sino de justicia social.

Desde el año 2002, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó a todos los países del mundo que incluyesen, de forma progresiva, unidades asistenciales de homeopatía dentro de los servicios públicos de salud. Algunos países de Europa (Francia, Alemania, Suiza, Reino Unido y Austria) ya lo habían llevado a cabo desde mucho antes, con un adelanto en su incorporación al servicio público de entre cincuenta y setenta años en relación a la actualidad. Países incluso donde no solo se financia el acceso a la homeopatía, sino también se invierte en investigación y desarrollo.

En España y en Canarias nos hemos quedado estancados durante el periodo 1936-1978. Primero por una guerra civil y luego por una larga postguerra, pero ahora, después de 40 años de democracia, nos tenemos que poner a la altura de los países más avanzados y convertir en derecho social lo que actualmente es un privilegio al que sólo pueden acceder los grupos más favorecidos económicamente.

Como usuaria, madre y trabajadora sanitaria, como persona, estoy convencida de que la homeopatía tiene mucho que aportar dentro de la medicina y de que muchas personas podrían beneficiarse a través de ella. En más de veinte años de conocimiento y de experiencia que he podido tener, tanto en mi familia como en innumerables pacientes que pude ver y seguir y que han sido tratados por médicos homeópatas, en algunos casos como medicina complementaria, he podido comprobar que los pacientes que se tratan con homeopatía enferman menos y obtienen una recuperación más rápida, incluso cuando ambos tratamientos, homeopatía y medicina convencional, se utilizan con un criterio racional y de forma complementaria. Algo que he tenido la oportunidad de observar, valorar y comprobar, desde el servicio público en el que trabajo desde hace treinta años.

Consolidar el reconocimiento y la regulación completa por parte de las instituciones públicas es un objetivo final y una necesidad no solo para los actuales usuarios y potenciales, sino también para la población en general. El que la homeopatía no se encuentre regulada, sino parcialmente en la actualidad, afecta negativamente a los médicos, que se ven interferidos por los problemas del intrusismo profesional, y también a los usuarios, a los que no se les puede garantizar adecuadamente una sanidad segura y de calidad.

Como reflexión final parece obvio que en medicina, cuantas más opciones y recursos puedan obtenerse en beneficio de los pacientes, más oportunidades se podrá tener para todos.

*Diplomada universitaria en Enfermería y presidenta de la Asociación Canaria de Usuarios y Amigos de la Homeopatía