La reconstrucción de 500 accidentes de tráfico ha llevado a una conclusión tajante: 400 vidas podrían salvarse cada año si los conductores respetaran los límites de velocidad, algo que no hace una de cada dos personas que se pone al volante en autopsias y autovías.

Es la principal conclusión del informe "La contribución de la velocidad a la prevención de accidentes en España", elaborado por la Fundación Mapfre y que se hizo público ayer. Si se analiza la siniestralidad en todo tipo de vías, se constata que cuatro de cada diez conductores implicados en accidentes con víctimas superan los límites máximos permitidos o, lo que es lo mismo, el 43% en el caso de colisiones y el 34% en el de los atropellos.

Más de la mitad de las colisiones que provocan alguna muerte tiene como causa fundamental la velocidad, como también el 44% de los choques entre vehículos que acaban con alguno de los ocupantes herido grave.

Tras obtener la velocidad a la que se produjeron ese medio millar de siniestros reconstruidos, el Centro de Experimentación y Seguridad Vial de Mapfre ha comprobado que 379 muertes se hubieran evitado, así como 1.852 heridos graves.

Una investigación que también ha permitido obtener otros datos alarmantes: en seis de cada diez accidentes por exceso de velocidad, el conductor sobrepasa hasta el 50% el máximo permitido.

La velocidad está directamente relacionada con el riesgo de sufrir un accidente, tanto es así que si el conductor pisara el acelerador en un 1% menos, los siniestros con fallecidos bajarían un 4%.

A pesar de que las carreteras convencionales son más peligrosas -en ellas muere el 80% de las víctimas totales-, los conductores de estas vías son los que más infringen las normas en esta materia, hasta el punto que por la noche casi la mitad de los vehículos excede el límite genérico de estas vías, 90 kilómetros por hora.

De todos modos, los conductores españoles no son tan diferentes a los europeos porque entre un 15% y un 50% pisa más de lo debido el acelerador. En Finlandia y Gran Bretaña, por ejemplo, la proporción es del 48% cuando la circulación es fluida y en los Países Bajos del 35%.

Un "chivato" que dice cuándo reducir

La presentación del informe de la Fundación Mapfre sirvió también para celebrar una jornada en la Dirección General de Tráfico (DGT) en la que se analizaron los beneficios del asistente de velocidad inteligente (ISA), un sistema de asistencia a la conducción del que se esperan estos resultados: una reducción del 30% en el número de colisiones y del 20% en el de muertes. Se trata de una videocámara que reconoce las señales de velocidad y los límites vinculados al GPS para que advierta al conductor de cómo debe circular en cada punto de la vía. Ya el pasado año comenzaron a aparecer en el mercado los primeros coches con el sistema ISA y los expertos en seguridad vial quieren que la Comisión Europea incluya esta tecnología en el nuevo protocolo de estándares de seguridad obligatorios. La DGT cree necesario instalar el ISA como "equipamiento de serie tan pronto como sea posible".