La nueva pista que la Guardia Civil desveló ayer sobre la desaparición del niño Yéremi Vargas, cuando se cumplen nueve años desde que fuera visto por última vez mientras jugaba con dos de sus primos en un solar junto a su casa de Vecindario, en Gran Canaria, reavivó la esperanza de hallarle. La Guardia Civil llegó a la conclusión que el coche que busca es un Renault Oasis blanco con unas pegatinas muy características y un ocupante con gorra de mediana edad. Así lo dijo el capitán de la Guardia Civil Álvaro Montero, quien afirmó que tienen líneas de investigación anteriores que no se han dejado de estudiar, si bien matiza que coinciden con las nuevas, por lo que concluyó que el coche que buscan no es un Opel Corsa sino un Renault Oasis blanco.

Para encontrar ahora el coche, que admite podría no estar activo, se espera la colaboración de personas que recuerden quién tenía un vehículo de ese modelo.

Los agentes buscan a un varón que en el momento de desaparición de Yéremi Vargas tenía entre 30 o 40 años y estuvo en el lugar de los hechos con una gorra de béisbol y un Renault 5 Oasis de color blanco, para determinar si tiene o no relación con el caso. Quienes puedan aportar datos pueden llamar al teléfono 928 32 04 00.

Un mando del Instituto Armado precisó que hasta hace poco la hipótesis que tenía más fuerza era la de que los culpables fueron un grupo de agresores sexuales escoceses que estuvieron en Gran Canaria en 2007 y 2008, pero se cerró sin éxito en cuanto a Yéremi.

José Suárez Castellano, el abuelo del niño, en cuya casa vivió desde que nació, afirmó a Efe que no parará hasta que aparezca su nieto y consideró que la pista del coche Renault blanco, sobre la que informó ayer el Instituto Armado, "es muy buena" y puede llevar a "trincar" a la persona que raptó al niño.

Suárez señaló que la vecina que habló sobre ese coche hace cuatro años o más "estaba muy acertada en lo que dijo" y parece que "esa va a ser la buena entre tantas" pistas sobre las que se ha trabajado en estos años.

El abuelo del niño manifestó que el coche que ahora se busca llamó la atención de esa testigo porque estaba aparcado en sentido contrario, en la calle paralela a la suya, por la que también se accede al solar, y además tenía una puerta a medio abrir y el sillón echado hacia delante, por lo que creen que se llevaron al menor en ese vehículo. Suárez Castellano habló como portavoz de la familia y en representación de su hija, Ithaysa, la madre de Yéremi, ya que ella está trabajando y prefiere no hacer declaraciones a los medios de comunicación, labor que desempeñó el abuelo desde primeras horas de la mañana, cuando abrió su casa, ubicada en la calle Honduras de Vecindario, a los periodistas que se acercaron a interesarse por su nieto. Ofreciendo "cafelito" y expresando su gratitud por el interés que aún despierta la desaparición de Yéremi, Suárez volvió a recordar cómo fue ese día, cuando le llamaron para que subiera a comer y nunca se supo de él.

las claves

Una vecina dijo ver ese modelo aparcado en su calle, en sentido contrario al de la circulación, con una puerta entreabierta y un sillón delantero abatido hacia adelante.

Otro de los datos dados ayer por la Guardia Civil es que el presunto autor del rapto llevaba una gorra de béisbol y entonces podía tener entre 30 y 40 años.