Desarbolados ciudadanos: Insisto en que la debacle del PP, aparte de falta de autoridad y de decisión con mayoría absoluta, se debe al error táctico de no saber demostrar que no son los únicos corruptos y que, además, sus ladrones están en la cárcel, han dimitido o han sido destituidos. Y al gran error estratégico de no saber contrarrestar el auge que las televisiones privadas, regionales e, incluso las públicas del Estado han da-do a los nuevos líderes. Lo dice la regla: "Está mal que el Gobierno manipule los medios de comunicación, pero peor es entregárselos a la oposición".
Se lo digo por tercera vez: "Señor Rajoy: si ustedes admiten que muchos de los actuales líderes y lideresas de su partido están quemados y, como hombre de Estado, ofrece caras nuevas y usted mismo deja paso, el PP obtendrá mayoría absoluta". Aquel 20-D fue una exageración mía, pero sí es cierto que hoy el PP y Ciudadanos estarían formando un Gobierno más que estable. No me hizo caso y así estamos.
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Pero no es Rajoy el único culpable, porque esto viene desde el inicio de la democracia, en que ni un solo presidente dijo: "La Constitución está por encima de todo y de todos". Como últimos acontecimientos de esta España vengativa les recuerdo que tras el golpe de Estado del "11-M" surgió el nefasto e inexperto Zapatero, que nos trajo el rencor. Una vez echado por sus mismos subordinados, apareció el protagonista de hoy, Mariano Rajoy, hombre educado y correcto y con muchas virtudes como político, pero -todo hay que decirlo- como jefe ha permanecido inane, inerme, diluido, difuminado y cobardica. Me explico: en política se puede actuar como gallego sin saber si entras o sales, subes o bajas, duermes o meditas, que es lo que hacen muchos. Pero para ejercer de presidente de un Gobierno hay que mojarse todos los días.
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En estas reflexiones mías destaco la importancia de las mujeres del PP, que, sin las majaderías de las cuotas de igualdad, son más que en el PSOE y con más responsabilidades. Pero, amigas, unas por acción, otras por inacción, otras por omisión, otra porque se larga y alguna por corrupción, se han embostado (de vaca). ¡Caras nuevas!
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Por otro lado, si Rajoy desilusionó al rey, según las izquierdas, por no presentarse a la investidura, lo de Sánchez fue peor, pues le defraudó por dos veces, según las derechas. Yo pensaba que el presidente en funciones se guardaba otro as en la manga y que Susana le haría una faena a don Pedro, pero ya ni eso. Y es que ahora es peor, porque la lucha entre todos los aspirantes -para coger el poder y la nómina- no es ideológica, sino de enfrentamientos personales y viscerales. Conociendo la idiosincrasia española, me da que vamos a otras elecciones.
Así que, si yo fuera el rey, que, nunca mejor dicho, debe estar hasta la "coroni-lla", le diría al de Ciudadanos: "Rivera: espera en la sala de espera". A Iglesias: "Colega: no vengas más por estos salones de monarquía parlamentaria, que aquí, de momento, un comunista no pinta nada". Y a D. Mariano y a D. Pedro: "Váyanse ya y, por favor, mándenme urgentemente a Cristina Cifuentes y a Susana Díaz, a ver si entre los tres arreglamos". Rivera: "Te puedes marchar tú también".
Pena me da del monarca ejerciendo a trancas y barrancas de mediador, modera-dor y asesor buscando un imposible equilibrio. Equilibrio digo, porque siempre se criticó que los presidentes del Gobierno y del Congreso fueran del mismo partido. Tal es así, que hasta hace poco ya se veía como normal, y muy democrático, que uno y otro fueran de distinto partido. Una vez más, pensé yo, el PP cedió en busca de consenso y gobernabilidad. Pero, hete aquí, que sigue la partida de póker (o de trileros) y vaya usted a saber si por esas cosas del destino pudiera formarse un tándem con Pedro Sánchez como jefe del Gobierno y Pachi López (Pachi Nadie) de presidente de la Cámara. Ambos del PSOE. ¡Demasié!
Por lo tanto, si los populares cedieran o se abstuvieran y ocurriera tremendo desequilibrio, me "desaborro" de la derecha, porque lo que han hecho los hombres y mujeres del PP no es ya una bajada de pantalones, sino de calzoncillos y... de bragas.
*E L B A
Experto en lencería barata y acomplejada
Nota. Un consejo:
¡No se crean las encuestas!