Con el fichaje de Javi Lara, el Tenerife recuperó la figura del especialista en la ejecución de libres directos. El de Montoro lo demostró el pasado domingo al superar la barrera formada por los jugadores del Leganés y colar el balón en la portería de Serantes. Su acierto le sirvió al equipo tinerfeño para ganar.

En la historia reciente del club no han sido muchos los expertos en este tipo de acciones. El ejemplo más reciente es el de Luismi Loro, que llegó a aportar tres tantos de este corte; el último en la eliminatoria de ascenso a Segunda División A ante el Hospitalet.

Antes que el madrileño, en la Liga 2005/06 fue Cristian Álvarez el que acaparó todos los ensayos a balón parado cercanos al área. También asumieron esa responsabilidad jugadores como Paunovic o Bruno Marioni en cursos anteriores; o Alfaro y Diego Ifrán en campañas más cercanas. Precisamente, el delantero uruguayo fue el autor del penúltimo gol de falta directa, en enero de 2015, antes de que Javi Lara cogiera el testigo en Leganés.

El cordobés se toma con naturalidad su eficacia en el golpeo, y no duda en ponerla al servicio del colectivo. "Cada futbolista tiene sus características, y a mí me ha tocado esta", cuenta cada vez que le invitan a presumir de su capacidad para colocar el balón justo donde quiere. El domingo nadie dudó quién tenía que coger la pelota con las manos, situarla en el césped, fijar su mirada en la portería, calcular y chutar. Tal era la confianza de Lara, que llegó a bromear diciendo que prefería una falta al borde del área que un penalti.

El Tenerife ya sufrió su precisión en la etapa del centrocampista en el Alcoyano. Los dos equipos se enfrentaron en una eliminatoria de la Copa del Rey, el 12 de septiembre de 2012, y dictó sentencia al batir a Roberto en una acción similar a la de Butarque. Javi repitió en el cruce posterior con el Real Madrid, en este caso con el resultado global favorable para el club blanco. También dejó su sello cuando convirtió su único tanto en Primera, el que logró con el Éibar en agosto de 2014, en Ipurúa y con la Real Sociedad como rival. Fue el primer tanto del club guipuzcoano en la máxima categoría.

Diecinueve meses más tarde confirmó que sigue siendo un especialista. "Cada vez que lanzo una falta, pienso que saldrá bien. No es fácil. Pero si te planteas lo contrario, es mejor no acercarte al balón. En Butarque tuve claro lo que iba a hacer". Para Javi, las barreras en el fútbol no son un problema.