El surcoreano Lee Se-dol, campeón mundial del juego de mesa "go", y el programa de inteligencia artificial AlphaGo de Google juegan hoy en Seúl la última de las cinco partidas del reto de máquina contra humano al conocido como el "ajedrez oriental".

Ambos se enfrentan con el desafío ya ganado por Google, que se impuso en las primeras tres partidas disputadas la semana pasada, mientras Lee logró la victoria el domingo.

El surcoreano de 32 años, que venció al programa en 180 movimientos tras casi 4 horas y 44 minutos de partida, tuvo que introducir variaciones en su habitual técnica para recortar distancias contra la poderosa máquina de Google.

La partida de hoy se disputa, al igual que las anteriores, en un hotel del céntrico barrio de Gwanghwamun en Seúl desde las 13.00 hora local (04.00 GMT) entre una gran atención mediática.

El mejor de las cinco partidas obtendrá un premio de un millón de dólares, que Google anunció que donará a Unicef.

Este nuevo desafío de máquina contra humano ha tenido lugar dos décadas después de las famosas partidas de la supercomputadora Deep Blue contra el genio del ajedrez ruso Gary Kasparov en 1996 y 1997, y ha despertado una gran atención mediática en Corea del Sur, donde el "go" es un juego muy popular y se conoce como "baduk".

AlphaGo cuenta con importantes avances en inteligencia artificial y destaca por la capacidad de aprender y mejorar sus propias estrategias y movimientos en el transcurso del juego, a diferencia de la antigua Deep Blue.

Surgido en China hace más de 2.500 años bajo la influencia de los principios espirituales taoístas, el juego del "go" enfrenta sobre un tablero a dos oponentes que deben colocar alternativamente piedras negras y blancas en las intersecciones libres de una cuadrícula de 19x19 líneas.

Las piedras aisladas se eliminan de la partida y el objetivo principal es dominar la mayor superficie del tablero, por lo que los jugadores deben elegir entre ubicar las fichas juntas y protegerlas entre sí para evitar que sean capturadas, o separarlas para ganar terreno en la cuadrícula.