No siempre los fichajes se convierten en verdaderos refuerzos, principalmente cuando se contratan en los mercados de invierno. En el caso de los tres que se unieron al Tenerife en la mitad del curso, hay razones para llegar a la conclusión de que son algo más que simples rellenos de una plantilla.

Ninguno ha defraudado y en los tres se intuye un crecimiento que debería seguir aportándole al equipo eso que buscan los directores deportivos y los entrenadores con este tipo de incorporaciones, un "salto de calidad", la mejora del "nivel de la plantilla"... Por lo que están mostrando, Saúl García, Thierry Moutinho y Javier Lara reúnen todas esa características.

El primero en llegar fue el lateral izquierdo cedido por el Deportivo, de 21 años de edad. Desde su debut en el partido con el Bilbao Athletic, de hace nueve jornadas, no ha dejado de participar ni un minuto. Desbancó al otro especialista en el puesto, Jon Aurtenetxe, "ayudado" por baja obligada del vizcaíno en el encuentro con el filial de su club de origen y se ha afianzado en las alineaciones. Su cercanía a una sanción por la acumulación de cinco tarjetas parece el único argumento que le podría impedir mantener su continuidad.

Saúl fue fichado el 24 de diciembre, mientras que los otros dos nuevos integrantes del plantel lo hicieron unos días antes del cierre del mercado, en el caso de Moutinho, y fuera de ese plazo, en el de Javi Lara, que pudo ser contratado en febrero por encontrarse en ese momento sin equipo. El interior zurdo suizo-portugués (25) pasó de jugarlo casi todo en el Mallorca, el club del que salió a préstamo, a seguir ese ritmo en el Tenerife. Después de dos intervenciones como suplente, para ir entrando en la dinámica de la escuadra tinerfeña, se estrenó como titular en el choque con el Llagostera y repitió en las tres fechas posteriores. Con Saúl, forma una renovada banda izquierda, y como con el cántabro, se duda poco de su presencia en las formaciones iniciales.

El proceso de adaptación de Lara fue diferente. El mediapunta cordobés llevaba tres meses sin competir y se vio obligado a completar una fase intensiva de puesta a punto. De esta manera, fue apareciendo poco a poco, con tres suplencias seguidas a partir del duelo con el Llagostera. Al fin jugó de entrada el pasado domingo en Butarque, donde justificó la fama que tenía de ser un experto en la ejecución de libres directos. Su gol valió tres puntos en un partido en el que las tres adquisiciones de invierno coincidieron por primera vez en un "once" decidido por Martí, quien, seguramente, volverá a utilizarlos de inicio más de una vez en las trece jornadas de Liga que restan.

En teoría, son tres fichajes de los que la afición blanquiazul podrá disfrutar solo hasta el 5 de junio, día en el que acabará la Liga, ya que Saúl y Moutinho están cedidos y Lara firmó un contrato que se extinguirá el 30 del mismo mes.