Un relato en el que no se oye ni un solo disparo, en el que no hay violencia y en el que no aparece ni el policía ni el inspector que suele colarse en las novelas de género negro ganó ayer el I concurso "Prison Break" fomentado por los organizadores del Festival Atlántico del Género Negro.

El belga Gustav Adolf Knapp, con el texto "El hacker fugitivo", fue el vencedor de un certamen literario en el que participaron internos del Centro Penitenciario de Tenerife II. Un representante del complejo carcelario ubicado en El Rosario recibió anoche el diploma acreditativo en el transcurso de un acto que se celebró en el TEA Tenerife Espacio de las Artes, previo el pase de la película "La isla mínima", cinta dirigida por Alberto Rodríguez con el que se clausuró el bloque de Cinefórum del Tenerife Noir.

Dani El Rojo, novelista y exatracador de bancos, ya le había entregado la pasada semana al autor de "El hacker fugitivo" una novela dedicada al igual que los otros dos finalistas de una convocatoria en la que participaron una decena de internos de Tenerife II. "Es un trabajo que aborda los riesgos que existen en la red en torno al tráfico de los datos personales", avanzó el director del festival.

Gustav, concretamente, centra sus renglones en torno a la fragilidad que teóricamente nos ofrecen los bancos a la hora de proteger nuestro dinero. En ese sentido, abre una conexión entre un lugar que tradicionalmente nos ha ofrecido cierta seguridad y lo fácil que puede resultar para un "hacker" llegar a realizar movimientos con nuestro dinero.

Esta iniciativa, que surgió a raíz de la visita que realizó el pasado año Dani El Rojo a Tenerife II, se trabajó a través de una unidad didáctica que se activó en paralelo con las actividades de lectura.

Gustav, que se ha propuesto acabar una novela durante su estancia en el centro de La Esperanza, construye una realidad muy cercana a los delitos informáticos que investigan los expertos del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil. Para llegar a ese momento recibieron algunas nociones previas sobre algunas claves del género negro. Además, antes de que se pusieran a escribir, visionaron la película "Chinatown", obra maestra de Roman Polanski que ganó un Oscar en 1974 al Mejor Guion Original, pero que perdió nada más y nada menos que diez.

Javier Hernández Velázquez