Mientras las obras de demolición de El Centurión siguen a muy buen ritmo, casi al 50%, los vecinos de la urbanización El Guincho, que se encuentra frente a la histórica barriada de San Honorato, denunciaron ayer el robo de material que se encuentra por fuera y en el interior del edificio demolido, así como parte del vallado perimetral de la zona de las obras que se encuentra afectada.

En este sentido, los propios residentes de El Guincho se percataron en la noche del sábado de que en la calle Girasol (que separa ambas urbanizaciones y cuyo acceso se encuentra restringido por la demolición que se está llevando a cabo desde el pasado día 8) había personas "trabajando" sobre la medianoche. Lo cierto es que estaban sobre lo ajeno, ya que se afanaban en desmantelar el vallado perimetral que la empresa de demolición había puesto.

Además, advierten de que no ha sido la primera incidencia y cuentan que se están llevando los puntales que el ayuntamiento puso en el interior de las viviendas para evitar que las cubiertas y los pisos del inmueble colapsaran y se desplomaran, tal y como los técnicos del área de Urbanismo habían advertido entre sus informes realizados cuando se dio visibilidad al problema.

Los denunciantes destacaron el riesgo que supone entrar en la obra con un edificio inestable por completo y con una plataforma de escombros peligrosa debido a la multitud de hierros al aire que quedan, además de otros materiales que podrían suponer un grandísimo peligro para las personas.

"Es increíble pero cierto. Eso sucedió de madrugada del pasado sábado, cuando nos dimos cuenta de que había gente que estaba desmantelando parte de la valla metálica. Llamamos a la Policía Local y la verdad es que no sabemos si vinieron a verificarlo", dijo uno de los testigos, que resaltó, incluso, que "hacían sus paraditas para echarse un cigarro y todo. Una imagen graciosa".

Señaló que desde que comenzó el derribo es normal ver gente metida en la obra robando los puntales que sostienen las casas, versión que también fue confirmada por otros vecinos que a pie de obra contemplaban los trabajos de derribo y del traslado de escombros en varias zonas.

Es por ello por lo que reclaman más vigilancia en la zona, más que nada por seguridad de los inconscientes que a diario entran para robar el material porque se enfrentan a riesgos físicos por hierros o por caída de cascotes.