El Consejo de Seguridad de la ONU condenó hoy el nuevo ensayo con misiles llevado a cabo por Corea del Norte y consideró que se trata de una acción "inaceptable" que viola de forma "clara" las resoluciones de Naciones Unidas.

Tras analizar de urgencia este último episodio, los quince miembros del Consejo se pronunciaron así a través de un comunicado, en el que urgieron a Pyongyang a abstenerse de realizar más pruebas prohibidas.

El máximo órgano de decisión de Naciones Unidas expresó, además de su condena, su "grave preocupación" por el más reciente desafío norcoreano y subrayó que junto a otras maniobras anteriores supone una "amenaza para la paz y la estabilidad internacionales".

Así, el Consejo de Seguridad señaló su claro compromiso de asegurar la completa implementación de las duras sanciones impuestas este año al país asiático por ignorar las decisiones de la propia ONU contra su programa nuclear.

En ese sentido, y a la luz de la reacción del régimen, llamó a todos los Estados a "redoblar sus esfuerzos" para garantizar el cumplimiento de todas las medidas aprobadas por la ONU.

Corea del Norte realizó en las últimas horas su primer lanzamiento en dos años de misiles balísticos de alcance medio, una nueva demostración de fuerza en medio de un momento de fuertes tensiones con la comunidad internacional.

El Ejército Popular norcoreano disparó de madrugada desde el condado de Sukchun, al norte de Pyongyang, un primer misil que voló unos 800 kilómetros hasta caer en el Mar del Este (Mar de Japón), según el Estado Mayor Conjunto (JCS) de la vecina Corea del Sur.

La embajadora estadounidense, Samantha Power, se refirió a la acción como una "violación flagrante" de las resoluciones del Consejo de Seguridad, que prohíben al país el uso de estas tecnologías.

Su homólogo francés, François Delattre, defendió por su parte una reacción "firme" y con unidad del Consejo de Seguridad ante un acto "particularmente peligroso y desestabilizador".

"Cuando la proliferación y el riesgo de proliferación están en juego, la debilidad no es una opción", subrayó.

Mientras, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, aseguró a través de su portavoz que la situación en la península coreana es "profundamente preocupante" tras esos lanzamientos y urgió a Pyongyang a detener este tipo de acciones "inflamatorias".

El nuevo lanzamiento norcoreano se ha producido en un momento de fuerte tensión después de que el país realizara el 6 de enero su cuarta prueba nuclear subterránea y el 7 de febrero pusiera en órbita un satélite a bordo de un cohete, acción considerada una prueba de misiles encubierta.

El ensayo de misiles Rodong, con un rango de 1.300 kilómetros, es interpretado además como una respuesta a las maniobras militares que llevan a cabo EEUU y Corea del Sur desde el 7 de marzo, las mayores de su historia al movilizar a más de 17.000 efectivos estadounidenses y 300.000 surcoreanos.