Hoy hace 118 años que el palmero Miguel Brito, pionero del cine en Canarias, organizara la primera proyección en el entonces Teatro Municipal y hoy Guimerá. Fue un 19 de marzo de 1898 y coincidió, además, con la inauguración de la luz eléctrica. "Hace como mínimo quince años que pedimos una placa que lo recuerde en el "hall" y nos lo prometieron hace tres, cuando se celebró un homenaje por el 115 aniversario. A día de hoy seguimos a la espera", aseguró Isauro Abreu, estudioso de la vida de Brito

Brito, que tenía 22 años, instaló su Cinematógrafo Lumière y ofreció al público la primicia oficial del cine en Canarias la noche de aquel día de San José. Tuvo tanto éxito que se prolongó hasta el 24. Aunque la primera proyección la realizó el 13 de febrero, o sea un mes antes, en el salón de Variedades, situado en los bajos del Círculo Mercantil, porque pensaba que se tardaría mucho en colocar los conductores de luz en el teatro.

Entre las películas exhibidas, una novedad absoluta en la isla, estaban "Los siete pasos de la pasión de Jesús" y "Noche Toledana".

En 1941, a los 65 años, Brito contrajo matrimonio con la cubana, de padres canarios, Blanca Rosa Padilla Cabrera, de 31. Formaron una pareja de extraordinaria cultura que colaboró con sus escritos en diversas revistas, tanto isleñas como peninsulares y participaron en multitud de manifestaciones artísticas.

Brito, además de escritor, poeta, actor, tramoyista, educador, grabador y linotipista se distinguió como fotógrafo y cineasta. Al fallecer a los 96 años quedó vinculado a la cultura, principalmente de Santa Cruz, donde vivió la mayor parte de su vida, y de La Palma.

El 19 de marzo de 2013 se llevó a cabo en el Guimerá la proyección de una serie de piezas de principios del siglo XX para conmemorar los inicios del séptimo arte y la labor de Miguel Brito.

"Solo nos resta pedir al Área de Cultura de nuestro Ayuntamiento y a Patrimonio del Cabildo que de una vez por todas coloquen en el "hall" del Guimerá la placa conmemorativa", concluyó Abreu.