La Orquesta Sinfónica de Tenerife (OST), bajo la batuta de su director honorario, Vícto Pablo Pérez, dará vida al más famoso y aplaudido oratorio de Händel, ''El Mesías'', en la Catedral de La Laguna y en la Sala Sinfonica del Auditorio ''Adán Martín''.

En ambos conciertos, la OST estará acompañada por la soprano Ruth Iniesta, el tenor Agustín Prunell-Friend, el barítono/bajo José Antonio López y por el Ensamble Vocal Contemporáneo de Tenerife, que dirige Antonio Abreu Lechado y que será la primera vez que comparta escenario con la Sinfónica.

El jueves a partir de las 20.30 horas en la Catedral de La Laguna tendrá lugar la primera de estas audiciones, un concierto que es de entrada libre hasta completar el aforo. Este es el tercer año que la Sinfónica de Tenerife ofrece en la Catedral una interpretación de música sacra y lo hace en fechas próximas a la celebración de la Semana Santa.

El viernes a las 20.30 horas, ''El Mesías'' volverá a sonar esta vez en la Sala Sinfónica del Auditorio, dentro de programa de abono de la presente temporada de la OST. Las entradas para este concierto se encuentran a la venta a través de los canales habituales: telefónicamente, en el 902 317 327, y en las taquillas del Auditorio (de 10.00 a 15.00 horas, de lunes a viernes, y de 10.00 a 14.00 horas los sábados) y a través de Internet en www.sinfonicadetenerife.es.

Considerada una de las obras más célebres de la toda la historia de la música, ''El Mesías'' aborda la vida de Cristo y su misión salvadora. Compuesta en 1741 y estrenada un año después en Dublín, esta obra cima del oratorio barroco fue creada por Händel tras recibir en 1714 una invitación del lord teniente de Irlanda, solicitándole su ayuda para recaudar dinero para las tres instituciones benéficas más importantes de Dublín gracias a las interpretaciones de su música.

Aunque Händel por aquel entonces no se econtraba bien de salud, estaba decidido a crear un nuevo oratorio sacro para la ocasión y consultó a Charles Jennens, su libretista de ''Saúl y de Israel en Egipto'', un tema apropiado y éste le confió una colección de versículos del Antiguo y el Nuevo Testamento. Como resultado de ello, nació este oratorio, cuyo texto inicialmente generó cierta controversia.

El autor hizo varias revisiones posteriores de la obra y, pese a que sigue siendo una eterna favorita del repertorio barroco, en la actualidad sus representaciones, especialmente en época de Navidad, incluyen solo la primera parte y el coro del aleluya de la segunda.