Un nuevo retraso en las obras de rehabilitación del Cuartel San Carlos en Santa Cruz supondrá que el edificio no pueda estar culminado debido a la quiebra de la empresa que se había hecho cargo de los trabajos.

El contrato fue suscrito a finales del año 2013, contaba con un presupuesto de 1,5 millones y el plazo de finalización estaba fijado para el mes de febrero de 2015. Sin embargo, en un momento dado la empresa alegó que le iba a resultar imposible ejecutar los trabajos de climatización, electricidad, falsos techos, pinturas, saneamientos y acabados en el plazo comprometido.

La causa de los retrasos, según el contratista, se debía a la ejecución de actuaciones en la estación de bombeo, en la climatización y en la demora respecto al punto de enganche del centro de transformación.

En un principio se pensó en modificar el plazo de ejecución, con el fin de evitar el pago de más gastos de alquiler y dado que las obras se encontraban bastante avanzadas. Sin embargo una posterior inspección determinó que los trabajos no avanzaban porque no se había destinado personal suficiente y la compañía había sido declarada en concurso de acreedores, lo que dio lugar a la parálisis y abandono de las obras.

El Consejo Consultivo estima que el Gobierno canario puede quedarse con alrededor de 176.500 euros de la fianza al considerar comprobados los incumplimientos y da por resuelto el contrato. No obstante ahora se está a la espera de que se lleve a cabo una cuantificación final de los daños.

Los trabajos de rehabilitación de este espacio se iniciaron en 2003 y desde entonces han sido múltiples los problemas surgidos que han dado lugar a que las obras se hayan eternizado y no tengan por ahora un horizonte claro de finalización.

Las obras tienen como objetivo recuperar una importante pieza arquitectónica de la ciudad, donde se reubicarán, además, instalaciones de servicios de la Comunidad Autónoma, lo que supondrá un ahorro en alquileres.

La idea es adaptar completamente el edificio para su nuevo uso administrativo, lo que implica trabajos de demolición y movimientos de tierras, refuerzos estructurales y cerramientos, así como obras de albañilería, carpintería, la instalación de la climatización para cumplir los criterios de eficiencia energética y también contraincendios, entre otras actuaciones.

AMP, de los arquitectos Felipe Artengo, José María Rodríguez Pastrana y Fernando Martín Menis, ganaron en 2002 el concurso convocado por el Gobierno de Canarias para la reforma del inmueble. Su proyecto contaba con mantener las pautas y proporciones originales del edificio, conservando las fachadas anterior y posterior. En su interior estaba previsto construir unas instalaciones modernas y adecuadas a la función administrativa. Además de las nuevas alas, que se han cubierto de una piel de vidrio grafiado que solo permite la visión desde el interior, el inmueble contará con un túnel que lo comunicará con Presidencia.