"La prostitución es una forma de violencia de género. Es difícil de atajar, pero no por eso podemos mirar hacia otro lado". La frase es de la directora del Instituto Canario de Igualdad (ICI), Marián Franquet, que ha marcado como una de las prioridades de la organización que dirige atender a estas mujeres. Para ello, el ICI está preparando el primer diagnóstico integral de la situación en las Islas que contemple todas las dimensiones de la prostitución. Participarán las ONG especializadas en esta problemática y las dos universidades públicas canarias.

"Médicos del Mundo y otras entidades con las que nos hemos reunido ya nos han trasladado que muchas mujeres que pudieron dejar la prostitución porque encontraron un trabajo con el que subsistir han tenido que volver a ejercerla. En pisos, con otras características, pero han tenido que retornar", lamenta Franquet. Para abordar este asunto es imprescindible contar con información rigurosa. "Necesitamos tener un estudio global que nos diga cuál es la realidad de las mujeres prostituidas en Canarias, porque hay distintos tipos de prostitución y no se pueden atacar todas de la misma manera. No es lo mismo mujeres prostituidas en general, que mujeres traficadas, mujeres que ejercen la prostitución en situación administrativa irregular o mujeres que además tienen problemas de drogodependencia. Tampoco hablamos de lo mismo si se prostituyen en la calle, en clubs de alterne o en pisos". Esta última modalidad "ha aflorado mucho", alerta.

"Es un empeño del instituto diagnosticar esto bien. Siempre hablamos de la prostitución, pero nunca se aborda. Es un tema socialmente polémico y difícil de trabajar, pero no podemos olvidar que estamos hablando de una forma clarísima de violencia de género". El hecho de que esta práctica esté "socialmente aceptada" hace que el índice de denuncias sea "muy bajo". "No hay muchas quejas, salvo cuando suponen un problema en las relaciones vecinales", explica Franquet.

El plan que quiere desarrollar el Instituto Canario de Igualdad pasa por reunirse con todos los colectivos que están vinculados al problema, además de las universidades, para así elaborar un documento de acción que sirva como hoja de ruta. Asimismo, también hay una parte de prevención que se desarrollará en las aulas. "Los jóvenes tienen que saber que hay detrás de la prostitución cuando deciden contratar a una mujer. Es imprescindible trabajar con los potenciales clientes".