Iriome González (Icod, 22-6-1987) volverá a encontrarse este domingo con el equipo en el que se formó y dio el salto al fútbol profesional. Consolidado como uno de los jugadores más valiosos del Lugo, se enfrentará por sexta vez al Tenerife, la tercera en el Heliodoro.

Octavo clasificado, a un punto del sexto, diez puntos sumados de los últimos doce... ¿Está tan bien el Lugo como dicen los números?

También ayuda cómo esta la Liga, porque hay poca diferencia entre muchos clubes. Los últimos resultados nos han servido para a avanzar y, a día de hoy, sí estamos bien.

¿Se ve jugando la promoción?

Será complicado, porque ahora nadie regala nada. Pero este es el momento bonito de la Liga. Creo todavía habrá un baile de posiciones en la parte alta. Hay equipos que quizás no están siendo tan constantes como, por ejemplo, sí lo es el Leganés. Luego, el Alavés llevaba una racha un poco negativa hasta que ganó el domingo. Somos cinco, seis o siete equipos que estamos así y pocos ganan siempre en casa y puntúan siempre fuera.

¿Le cogió por sorpresa la dimisión del anterior técnico, Luis Milla, la última semana de febrero?

La verdad es que sí. Lo comunicó unas horas después de dirigir un entrenamiento que fue normal. No nos dijo en ningún momento que iba a pasar lo que luego pasó. Pero reconozco que cambiamos rápidamente el chip, no dimos cuenta de que teníamos que seguir adelante por nuestro bien. Y no es tan fácil conseguirlo, porque pasó cerca del final de la semana y teníamos que jugar en un campo complicado como el del Zaragoza. Aún así, dimos la cara.

¿Cambió en algo el estilo? ¿Se parece más al Lugo de Setién?

Sí, ahora es más parecido. Queremos darle un buen trato al balón, salir jugando desde atrás... El míster (José Antonio Durán) ha añadido cosas, como la presión tras las pérdidas o apretar más en el campo rival, y son cambios que necesitan su tiempo. Pero la política del club también ha influido, porque ha habido una continuidad y una esencia tan marcada no se pierde de la noche a la mañana.

El Tenerife también tuvo un cambio de técnico, pero en una situación diferente. El relevo llegó tras la derrota en el campo del Lugo. ¿Notó síntomas preocupantes aquella tarde en el Anxo Carro?

Son momentos delicados y que no suman. De todos modos, la familia me contaba que, a pesar de todo, el Tenerife también tenía cosas buenas y que solo era cuestión de que cambiara la suerte. Se puede decir que el relevo en el banquillo vino para bien. El equipo está creciendo y debe continuar así.

¿Le parece un rival directo?

Si el Tenerife engancha dos partidos, se meterá ahí tranquilamente. Entramos en la fase final y será complicado clasificarse, porque nadie quiere fallar. Todos quieren sumar.

¿Qué referencias tiene del Tenerife de José Luis Martí?

Sé que es un equipo rocoso, que concede muy poco en defensa, que está encajando poco, que está teniendo buenos resultados... Están en una buena dinámica, pero nosotros también, así que será un partido bonito para el espectador neutral, un choque interesante.

Es un Tenerife en el que pudo estar. Serrano le planteó unirse a la plantilla el pasado verano.

Fue algo raro. Al final seguí en el Lugo y firmé un nuevo contrato por las dos próximas temporadas que me da tranquilidad para pensar en el futuro próximo y seguir trabajando. Es algo positivo.

Entonces, seguirá en el Lugo hasta 2018. ¿Todavía sigue planteándose regresar al Tenerife?

Siempre dije que me gustaría volver, pero a día de hoy no es posible porque tengo dos años más aquí. Pero la gente sabe que no tengo ningún problema en regresar.

Si mira atrás y analiza su trayectoria desde que se desligó del Tenerife en 2011, ¿qué piensa?

Estoy contento porque puedo disfrutar de algo que me gusta. Hay gente que se ha quedado en el camino y otra que ha llegado más alto, pero estoy conforme con mi vida y trato de disfrutarla a tope con mi familia y con mi hijo. Sé que algún día se acabará mi actual profesión, pero trabajo para alargarla lo máximo posible.

Esta Liga ha intervenido en 26 partidos, dos como reserva, y lleva tres goles. ¿Puede pedir más?

Reconozco que desde que llegué al Lugo he estado muy contento, porque he tenido minutos. Eso te ayuda a seguir trabajando y a hacerlo lo mejor posible.

La del domingo será su tercera visita al Heliodoro. En las dos anteriores no llegó a firmar actuaciones redondas. ¿Es algo pendiente?

No se ha dado esa oportunidad en la Isla, pero trabajo para eso, para hacerlo bien cada fin de semana, ya sea en mi casa o en otro campo. Si juego y hago un buen partido saldré muy contento del Heliodoro, entre otras cosas porque mi familia estará en la grada.

¿Cuál será su reacción si marca?

La temporada pasada le marqué un gol al Tenerife en Lugo y mi reacción fue de respeto. La verdad es que es una situación rara, porque cuando logras un gol sientes una alegría muy grande, pero intenté contenerme por toda esa gente que peleó conmigo y me ayudó.

Hablando de goles suyos, los más relevantes fueron los que marcó en el derbi de marzo de 2007. ¿Le gusta que lo recuerden por eso?

La verdad es que no. No es que no me guste, pero tampoco quiero que me recuerden solo por un día. Fue un partido que no voy a olvidar y, de hecho, hay veces que lo menciono hablando con mi familia, pero en el fútbol y en la vida hay que saber pasar página.