El índice de precios de consumo ha caído en marzo un 0,8 % en tasa interanual, la misma que en febrero, por la menor subida de los precios de los carburantes y la estabilización de los alimentos y bebidas no alcohólicas, según el indicador adelantado del Instituto Nacional de Estadística (INE).

En el caso de que el INE confirmara este dato el próximo 13 de abril, el IPC sumaría ocho meses consecutivos sin subir a terreno positivo.

El índice acumula ya 30 meses seguidos sin superar el 1 % en tasa interanual, ya que hay que remontarse hasta agosto de 2013 para encontrar una mayor, cuando la inflación fue del 1,5 %.

La coordinadora del servicio de estudios del Instituto de Estudios Económicos (IEE), Almudena Semur, ha afirmado a Efe que las previsiones de IPC se han revisado a la baja por la evolución del precio del barril de petróleo Brent, de tal forma que la tasa media anual sería del 0 % en 2016 y del 1,1 % en 2017.

No obstante, Semur ha dicho que confía en que las medidas que el Banco Central Europeo (BCE) aprobó en marzo dirigidas a subir la inflación "den sus frutos", al tiempo que ha enfatizado que la caída de los precios no afecta a la economía española, que "sigue en su senda de recuperación" y que prevé que crezca un 2,7 % este año.

Para el profesor de Economía de ESADE Pedro Aznar la caída del IPC no es "un buen dato", si bien ha recordado que se debe en gran parte al precio del crudo y que la inflación subyacente (que excluye la energía y los alimentos frescos) muestra tasas positivas, es decir, "precios muy moderados pero que crecen ligeramente".

A su juicio, hay elementos que reflejan que a medio plazo habrá tasas "más positivas", como las previsiones que dicen que el precio del petróleo no bajará más, sumado al hecho de que haya alzas salariales moderadas en los convenios colectivos por primera vez en muchos años y a la actitud "proactiva" del BCE ante un panorama de deflación.

El profesor de Economía de IESE Javier Díaz-Giménez ha explicado que la tendencia actual de precios bajos cercanos a cero va a continuar, pero ha restado importancia al dato, porque aunque "estrictamente hay deflación", se trata de "una deflación atenuada".

Ha subrayado que la caída del 1 % del IPC Armonizado -que mide la evolución de los precios con el mismo método en todos los países de la zona euro- implica que la economía española pierde dos décimas de competitividad respecto a la europea, ya que los precios han bajado un poco menos que en el resto de Europa.

BBVA Research ha destacado que la caída del IPC es menor a la esperada y que la inflación subyacente podría haber aumentado hasta el 1,1 %, por lo que continúa "en niveles moderados, aunque positivos", al tiempo que ha incidido en que es la energía la que sigue presionando los precios a la baja.