El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha asegurado este sábado en el discurso con el que ha abierto la reunión del Comité Federal del partido, que el PSOE acude a la negociación a tres con Podemos y Ciudadanos "dispuesto a ceder" y ha pedido al partido morado que, al contrario de lo que hizo en las votaciones de investidura, "no bloquee el reloj del cambio" porque España necesita desalojar a Mariano Rajoy de La Moncloa y tener un gobierno "progresista".

Sánchez asume que ha llegado la "hora decisiva" porque resta un mes para el 2 de mayo, día en que se disolverán las Cortes si no hay un presidente, y que, por tanto, ya "no hay margen para el error". Además, ha dado por hecho que sólo hay dos opciones: un gobierno progresista con él al frente o nuevas elecciones, y se ha comprometido a hacer todo lo posible para lograr que se haga realidad la primera de ellas.

En este contexto, ha llamado a las tres "fuerzas del cambio" que, ha remarcado, suman 15 millones de votos y 199 escaños, a cumplir con el objetivo de "renovar España". "Este es el único objetivo y es una idea mucho más poderosa que cualquier veto, objeción o línea roja que se pueda poner a esta negociación", ha aseverado.

Bajo esta premisa, ha garantizado que el PSOE negociará con Podemos y Ciudadanos "sin líneas rojas pero con firmes convicciones". "Estamos dispuestos a ceder y pedimos a las fuerzas del cambio que también lo estén para que gane el cambio y gane España", ha reclamado, incidiendo en que aunque "difícil y complejo" el cambio es "posible".

GOBIERNO NO PARTIDISTA Y PLURAL

Sánchez ha defendido el acuerdo sellado con Ciudadanos y ha reafirmado ante el máximo órgano entre congresos su compromiso de volver a consultar a la militancia y al Comité Federal si éste sufre alguna modificación "sustancial".

"Esperamos que otras fuerzas del cambio se puedan unir a este importante paso que dimos con Ciudadanos", ha dicho, en referencia a Podemos a quien, sin citarles expresamente, también ha pedido que no vuelvan a "bloquear el reloj del cambio" y les ha reprochado que, con otras fuerzas que se dicen de izquierdas, hubieran dado una "prórroga inexplicable" al PP al votar no a su investidura.

Además, ha insistido en que el Gobierno que ansía presidir tiene que ser "no partidista", que despolitice las instituciones y represente a la mayoría social; "plural" y "parlamentario", porque todas las decisiones deberán tener el aval de PSOE, Podemos y C''s. "Difícil quizá, pero no se me ocurre escenario más democrático", ha dicho. Y también un gobierno "progresista" para alejar a España de "la desigualdad y la corrupción".

"El cambio, por difícil y complejo, es posible", ha concluido Sánchez, quien ha dejado claro que por el PSOE "no va a ser" porque España "necesita abrir un nuevo tiempo" y su partido es el único que puede impulsarlo porque tiene "proyecto y capacidad de interlocución" frente al "aislamiento" del PP y su "proyecto agotado".

"España necesita con urgencia un Gobierno que no gobierne de espaldas y sobre las espaldas de los ciudadanos", ha señalado, acusando al Ejecutivo en funciones de Rajoy de "evitar rendir cuentas en el Congreso" y de haber "mentido" con el déficit. "Esto debe ser un acicate más para lograr un gobierno del cambio porque no podemos dejar el equilibrio de la cuentas públicas en quien solo ha recortado y recortado durante cuatro años", ha deslizado Sánchez.

PRESUME DE LA REUNIÓN CON PUIGDEMONT

El líder del PSOE ha aprovechado su intervención para poner en valor todos los pasos que ha ido dando desde las elecciones generales, como la decisión del Comité Federal de finales de diciembre de buscar acuerdos con los partidos que defienden una "España unida en su diversidad", la suya de aceptar el encargo del Rey de intentar formar gobierno y, sobre todo, el acuerdo con Ciudadanos firmado el pasado 24 de febrero.

Sobre este punto, ha insistido en que trata de un pacto "histórico en términos democráticos" porque es la primera vez que dos fuerzas "de centro izquierda y centro derecha" se ponen de acuerdo en una "hoja de ruta de legislatura con 200 medidas". Sánchez ha reconocido que es un pacto "aritméticamente insuficiente", pero se ha reafirmado en que ese era "el camino que había que transitar para lograr un gobierno del cambio".

Sánchez también se ha puesto en valor la reunión que mantuvo el pasado 15 de marzo con el presidente de la Generalitat catalana, Carles Puigdemont, porque, a su juicio, sirvió para abrir "un nuevo espacio de diálogo" que confía en que pueda continuar y dé frutos en aras de una solución sobre el conflicto con Cataluña.