Los drones, utilizados frecuentemente para filmar imágenes o salvaguardar perímetros de seguridad, se emplean ahora también para tomar muestras aerobiológicas de forma fiable y selectiva en cualquier entorno, lo que supone un avance para la elaboración de un diagnóstico eficaz a los pacientes alérgicos al polen y esporas de hongos.

Una empresa canaria, en colaboración con la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y el Cabildo de La Gomera, ha patentado un sistema captador de partículas adaptado a los drones con aplicaciones en el ámbito de la salud y de la prevención de problemas respiratorios en la población con alergias, explicó su cofundador Jorge Roldán.

El empresario resalta que la principal ventaja de este sistema es que permite tomar datos del polen en suspensión de forma selectiva en el aire, algo que no se había hecho nunca hasta ahora, y ayuda a captar el polen dos o tres veces más rápidamente y con más eficacia que desde las estaciones tradicionales fijas.

Los resultados extraídos de la isla de La Gomera, donde se llevará a cabo durante los próximos tres años el proyecto piloto, y los análisis de laboratorio hechos por la directora del Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales (ICTA) de la UAB, Jordina Belmonte, han mostrado un "éxito rotundo" en la captación, en menos de nueve minutos, de una gran diversidad de pólenes y esporas.

Esta información, según el cofundador de Dronesphere, es de gran valor para las personas que padecen alergias porque les permitiría conocer los niveles de presencia de polen en el aire en lugares determinados y estar prevenidos, mejorando su calidad de vida notablemente.

Además, facilitará a los profesionales de la Neumología y la Alergología disponer de información útil para el diagnóstico de las alergias, aportando información sobre las causas y permitiendo la aplicación de unos tratamientos u otros en función de los casos.

Otra de las ventajas será que, al disponer de información exacta sobre la cantidad de polen y esporas de hongos en cualquier lugar y a diferentes niveles de altura, las personas alérgicas podrán viajar con un tratamiento preventivo.

Incluso, según Jorge Roldán, la captación de muestras aerobiológicas mediante el uso de drones podría salvar vidas, pues, en algunas ocasiones, una reacción alérgica extrema puede causar un shock anafiláctico o, incluso, la muerte si no se trata a tiempo.

El sistema desarrollado por estos emprendedores hace posible que se depositen las partículas de polen y esporas presentes en el aire en un portaobjetos de vidrio integrado en el dron.