De momento, una veintena de profesionales y empresas integran la recién nacida Asociación Canaria de Empresas y Profesionales de la Animación, el Videojuego y los Efectos Visuales (SAVE), que este viernes se presentaba en sociedad y con buenos títulos de crédito: el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo; el titular del Cabildo, Carlos Alonso, además de Nicolás Matji, productor entre otras obras de "Tadeo Jones".

De los inscritos en este incipiente colectivo figura el laureado compositor e impulsor de Fimucite, Diego Navarro. Pero la "película" no ha hecho sino comenzar y hasta el final "existe margen de crecimiento", explica el presidente de SAVE, Marcos Martín Muñoz. "Cuantos más seamos, de una manera más sencilla y rápida lograremos nuestros objetivos".

Nacido en Barcelona en 1976, Marcos Martín cursó estudios de aparejadores, pero pronto se decantó por el mundo audiovisual, formándose en la disciplina de la animación y ampliando conocimientos a través de cursos de perfeccionamiento y másters. En la actualidad es delegado para Canarias de la productora Ligthbox.

"Todo comenzó cuando nos encontrábamos trabajando en la película de animación Atrapa la bandera", explica animado por un horizonte de posibilidades. A partir de esos primeros "bocetos" fue tomando forma real la idea de agrupar las "ilusiones" de un colectivo incipiente, con necesidades por cubrir, pero consciente de la oportunidad del momento.

El nudo de la trama está, fundamentalmente, en la adaptación del certificado de obra canario (el documento que faculta el acceso a las ayudas e incentivos fiscales), a las realidades que precisa el cine de animación y los videojuegos, "equiparándolas con las filmaciones de ficción", dice Martín.

A manera de ejemplo, detalla el hecho objetivo de que a las producciones de animación "les resulta imposible que en un equipo de 120 profesionales, el 20% sea residente en la Islas". Y también se refiere al apartado que obliga a disponer de un jefe de equipo, o bien un actor principal o secundario canario, que proponen se convierta en un actor de doblaje.

Asimismo, el presidente de SAVE señaló que las producciones de animación son mucho más costosas (el presupuesto de "Atrapa la bandera" se cifró en 12 millones de euros y "Las Aventuras de Tadeo Jones" en 8,5 millones) y también se dilatan más en el tiempo, hasta cuatro años, frente a las de ficción. De ahí que otra de las propuestas presentadas por el colectivo se oriente a solicitar que en lugar del requerimiento de un 20% de gasto y tiempo, esta medida se recorte al 10% de gasto en las Islas y a obviar en su caso el factor tiempo.

Otra de las vertientes que requiere una actuación decidida es la referida a la formación, un capítulo que Marcos Martín reconoce precisa un avance. En este sentido subraya que ya ha mantenido contactos con responsables del departamento de Educación del Gobierno de Canarias, en cuanto a que "a través de la Formación Profesional sea posible instaurar el grado de videojuegos y animación, además de establecer convenios con facultades e instituciones privadas para una mayor capacitación de los asociados".

En cuanto a las medidas fiscales, Marcos Martín entiende que la Reserva de Inversiones Canaria (RIC) canibaliza la inversión en animación y "necesitamos atraer esos capitales".

Con todo, está decidido a hacer valer la voz de este colectivo, y no doblada, en el sector audiovisual. "Desde hace tiempo percibimos que tanto el Cabildo de Tenerife como el Gobierno de Canarias mantienen una visión de conjunto cercana a la nuestra". Y eso, unido al apoyo de la Federación Española de Empresas de Animación, en cuanto a políticas y actuaciones, perfila una historia que no ha hecho más que empezar.

Marcos Martín Muñoz PRESIDENTE DE LA SAVE