El Rosario Estación de Servicios El Mirador Lavandería Mara vive momentos dulces después de alzar la Copa Luckia Gobierno de Canarias de la máxima categoría. Tanto, como su puntal A: Marcos Ledesma pasa por uno de sus mejores momentos de siempre. El vallero repasa para EL DÍA la actualidad de un deporte que "cuando la gente se vuelca, rezuma salud".

Aún emocionado, rememora el ambiente vivido el pasado viernes en el Terrero Insular Mencey Tegueste. "Estoy muy contento de haber sido campeón con mi hermano y mi primo, y por hacerlo con un equipo de luchadores mayoritariamente de Valle de Guerra, pero si algo me llegó adentro, fue ver el terrero repleto y con gente incluso de pie".

El puntal destaca la trayectoria de un Rosario que fue "de menos a más. Los peores momentos los pasamos al principio, donde incluso perdimos una lucha". Respecto a la final, afirma "que todos pensaban que el Tegueste se iría en el marcador. Sin embargo, el equipo luchó bien. Sobre todo, Jonay Palazón. Reapareció y de qué manera. Hizo un punto inesperado con Argeo García. Nos facilitó la labor a los de arriba".

Ledesma valora el pulso de la lucha hoy en día. "Las federaciones tienen que romper con ese egoísmo insular que nos rodea. Es una pena porque hay nivel de luchadores, buenas directivas y aficiones... Falta organización. De Tenerife, qué decir. Por ejemplo, hay una Segunda categoría inventada para colocar a muchos luchadores que deberían estar luchando en Primera. Al final, se cargan la categoría reina de la Isla. Tenemos que convivir todos y no hacernos daño unos a otros".

En cuanto al gran nivel que está exhibiendo, el luchador expone que "quizás el peso y la madurez ha tenido que ver. Estoy tranquilo luchando en el Rosario. Llevó una buena racha de derribar puntales de una manera un tanto espectacular. Entiendo que la gente me pueda criticar en un momento dado. Es porque esperan más de mí, pero a veces lo colectivo y el resultado priman", expone.

Su hermano Eusebio está derribando la puerta para llegar al nivel de los más grandes. Al respecto, Marcos piensa que "va creciendo poco a poco y aún le queda. Es un ganador nato y muchas veces la presión que él mismo se impone le pasa factura. Es momento de que aproveche que yo soy el puntal para luchar sin tanta responsabilidad", concluye.