La producción científica de la Universidad de La Laguna ha aumentado un 80% en los últimos diez años "a pesar de la crisis y la disminución de la plantilla". El rector Antonio Martinón insistió ayer en que la institución que dirige ha capeado la crisis con bastante dignidad y que continúa siendo referencia en determinadas áreas, como Física y Biomedicina, aunque algunos "rankings" universitarios sitúen al centro en mala posición. "¿Somos una universidad excelente? No. Pero estamos en torno al número 20 de un total de 80. Hay cosas que mejorar y ya las estamos abordando", señaló el rector.

El máximo responsable de la ULL advirtió de que solo desde el año 2010 la Universidad ha pasado de tener 1.800 docentes a solo 1.500, es decir, ha perdido 300. Ese adelgazamiento de la plantilla ha tenido efectos en la investigación que se realiza. Menos personal ha tenido que asumir más clases y, en consecuencia, dedicar menos tiempo a la investigación, uno de los parámetros que más se suele tener en cuenta en todas las clasificaciones. Además, el personal que se ha ido jubilando era también el que mayor número de sexenios de investigación poseía, otro indicador que los "rankings" consideran muy relevante.

Esa misma realidad, que la ULL sea una de las instituciones españolas con la plantilla más envejecida, plantea retos urgentes sobre políticas de contratación. En ese sentido, Martinón recordó que la ULL y la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria han propuesto al Gobierno regional desarrollar el programa Viera y Clavijo, una iniciativa similar al programa Ramón y Cajal, que permitiría "fichar" este año a tres o cuatro docentes de reconocido prestigio, preferentemente con estancias internacionales en su currículo. La idea es que esos profesionales lideren grupos de investigación en Canarias con conexiones fuera de las fronteras españolas.

Todas estas medidas tienen un objetivo: ser mejores. La Laguna se ha marcado a medio plazo colocarse entre las 500 mejores universidades del mundo. Para ello, el centro toma como referencia el "ranking" de Shanghái, el más prestigioso según la amplia mayoría de las universidades, y en el que el centro se sitúa entre los 20 primeros de todo el país y sobre el 600 a nivel mundial. Asimismo, la institución quiere mejorar "su visibilidad", ya que ha detectado que hay bases de datos que no recogen todo lo que se hace en la universidad.