El entrenamiento del lunes dejó en el aire la incógnita sobre el estado de Antony Lozano. El futbolista no pudo terminar la sesión por un fuerte golpe en el tobillo izquierdo. Aunque aún le quedaban seis días para poder estar disponible con vistas al partido ante el Alavés, en ese momento nada garantizaba su presencia en Mendizorroza. Pero no fue necesario esperar mucho para disipar la duda. El hondureño participó ayer en todos los ejercicios y, a continuación, aclaró en la sala de prensa de El Mundialito que estaba recuperado. "Fue un golpecito que quedó en un susto".

Por tanto, el Choco, que ayer cumplió dos meses sin marcar (el último, 1-1 con el Huesca), optará por un puesto en la alineación de la visita al líder. Su última aparición como titular coincidió con el encuentro en casa con el Almería. Luego faltó en Leganés por la acumulación de tarjetas y posteriormente se perdió los partidos con el Zaragoza y el Osasuna por su doble cita en Honduras, una burocrática y otra deportiva, ya que tuvo que actualizar su visado y fue convocado para dos partidos de la clasificación para el Mundial de Rusia. Tras su regreso tuvo minutos en el reciente triunfo ante el Lugo. "Todo me salió como esperaba. Pude dar la asistencia y algo más", repasó Antony, convencido de que se siente "con confianza".

Aún así, sospecha que le costará volver a jugar de inicio, porque "hay competencia" y sus compañeros "lo hicieron bien" durante su ausencia. Pero no se impacienta. "Cuando me toque jugar, aprovecharé cada minuto que tenga".

Lozano podría verse obligado a viajar de nuevo para jugar con su selección, ya que Honduras tiene programado un amistoso en Argentina el 27 de mayo y prevé disputar otro el 31 del mismo mes. En ese caso, se perderá el choque de Liga entre el Tenerife y la Ponferradina. "Entiendo que la afición se pueda desesperar, pero son cosas que no puedo manejar. Si me convocan y es fecha FIFA, el club no puede hacer nada al respecto".