La pobreza se hereda y el mayor riesgo de exclusión social se da en las familias con hijos, según el último informe de Cáritas, que revela que ocho de cada diez personas que vivieron graves dificultades económicas en su infancia y adolescencia las están reviviendo en la actualidad como adultos.

Estas son algunas de las aportaciones del estudio "La transmisión intergeneracional de la pobreza: factores, procesos y propuestas para la intervención", que se ha presentado hoy en Madrid.

La pobreza de los niños en el presente condiciona la pobreza en el futuro cuando sean adultos, ha señalado el secretario general de Cáritas Española, Sebastián Mora, quien ha hecho un llamamiento urgente a diseñar las políticas públicas adecuadas, con la participación de las ONG y de la sociedad civil, para revertir esta situación.

El coordinador del trabajo de investigación, Raúl Flores, ha explicado que hay una fuerte asociación entre las condiciones de vida de padres e hijos y que no es extraño que en los centros de servicios sociales y en los espacios de las entidades que trabajan en la acción social se esté atendiendo a los nietos de aquellos a los que acompañaron hace treinta años.

El nivel de estudios, la situación laboral, la ocupación y la renta son los principales factores que contribuyen a que la pobreza se herede de padres a hijos, ha detallado Flores.