Una amalgama de formas y vivos colores invitan al espectador a viajar a ese peculiar mundo que habita en la mente del pintor y arquitecto grancanario Félix Juan Bordes (Las Palmas, 1939). Este inquieto artista, pintor, dibujante y grabador es el protagonista de una amplia exposición, titulada "Todo lo que fluye", que se desarrolla en las salas del Instituto Cabrera Pinto de La Laguna con una cuidada selección de su obra.

Esta muestra, abierta hasta el próximo 17 de junio, está integrada por pinturas y grabados que reflejan un periodo de más de una década de la producción plástica del autor, el comprendido entre los años 2005 y la actualidad, en el que se evocan muchos episodios de su experiencia vital.

La comisaria de la exposición, Ángeles Alemán, asegura que Félix Juan Bordes "se recrea en un espacio único, en el que el color y la materia se alían para crear un lugar misterioso en el que los seres y las formas flotan, se agrupan o se dispersan, crean nuevos mundos, nuevos alfabetos, o recrean seres ya existentes".

Bordes, que tiene cierta tendencia hacia los formatos grandes, propone un mundo casi mágico, su propio universo, en el que conviven formas de carácter abstracto, casi surrealista, con otras que pueden recordar elementos como la figura humana, cuyo espíritu inquieta al artista, al igual que la naturaleza, las creencias del ser humano y su inevitable muerte. Todos ellos flotan en una especie de atmósfera mágica creada a través de la utilización de una paleta repleta de vivos colores llenos de luz, casi vibrantes.

A Bordes le interesa compartir sus experiencias vitales con sus semejantes, sobre todo esas sensaciones acumuladas en esos viajes que realiza por diferentes partes del mundo, escenarios que luego plasma en su obra a través de formas y colores vivos, dentro de ese continuo ejercicio de experimentación que le caracteriza.

"En su pintura, los viajes realizados a otros países y a otros continentes son, en cierto modo, el hilo conductor de sus series. Son, sin embargo, los viajes interiores los que refleja su pintura".

"Todo lo que fluye" contiene referencias a África, presente a través de las pinturas rupestres de Tassili, o la estética de los pueblos Dogon; o a Asia, con la India y el hinduismo como protagonistas; además de sus reflexiones metafísicas.