En unas horas aterrizará en Tenerife para promocionar las canciones de "Séptimo cielo", un álbum en el que ha invertido más de dos años de trabajo y del que se siente muy orgulloso. "Sigo siendo fiel a mis principios artísticos", admite el compositor y cantautor gaditano David DeMaría (1976) en referencia al contenido del proyecto que va a presentar este sábado en el Auditorio Teobaldo Power en el marco del Festival La Orotava Suena. Un día antes firmará ejemplares de su noveno disco en solitario -desde las 19:00 horas- en El Corte Inglés de la avenida 3 de Mayo. "Canarias siempre me dio más de lo que esperaba", afirma.

¿Cómo será el espectáculo de este sábado?

Voy a mostrar el material de mi último disco en una tierra que siempre acogió a este cantautor del sur con mucho cariño. Nunca me sentí un extraño en un lugar que me ha visto crecer en los escenarios de sus fiestas. Los que vengan al Teobaldo Power van a reencontrarse con el David DeMaría que conocen, pero revitalizado por dos grandes noticias: mi reciente paternidad y un disco que estoy deseando mostrar en un espacio tan pequeñito, pero tan personal como es ese auditorio.

Después de "Otras vidas" (2013) ya era necesario crear este "Séptimo cielo", ¿no?

Llega en el momento preciso... En plena madurez artística y disfrutando de una situación que es nueva para mí. Lo personal condiciona las formas de transmitir mi música y en estos momentos la felicidad ocupa mi vida.

Usted forma parte de ese grupo de artistas que entraron en este mundo bajo la amenaza de que serían flor de un día. Sin embargo, ya ha entregado a la música más de dos décadas de su vida.

Esos cálculos no sirven de nada cuando no estás convencido de lo que haces, pero yo sigo siendo fiel a mis principios artísticos. Veinte años en esto es mucho, pero a mí se me pasaron volando.

¿Y dónde está el secreto?

No creo que existe una fórmula mágica... Igual el hecho de no gustar a todos me ha permitido alargar una carrera de la que me siento agradecido. Nunca quise tener más de lo que podía abarcar. La industria ha cambiado mucho en los últimos años, sobre todo en materia discográfica, pero eso no significa que tengamos que rendirnos... Otros factores conectados con el mundo de la televisión tampoco ayudan: nos han dejado solos para buscar otros modelos de ocio.

¿Por qué las cadenas de televisión, salvo alguna excepción, ya no apuestan por la música con el mismo interés que sí mostraron en el pasado?

Yo no sé en qué punto se rompió esa relación, pero es cierto que esa conexión es inexistente. Al margen de los intereses económicos, lo que no parece muy normal es que se eliminen unos contenidos que enriquecen a los ciudadanos. Las televisiones van a lamentar no haber protegido mucho mejor al sector cultural.

Mikel Erentxun dijo recientemente a este periódico que el programa "A mi manera" le había permitido conocer a Manolo Tena, ¿le pasó lo mismo a usted?

A mí y a todos los que participamos en esa experiencia... Era un gran desconocido. Aparecer en ese programa supuso cumplir algunos de los sueños artísticos que tenía pendiente. Era el más joven y de alguna forma me sentía atrapado por la historia de los compañeros. Yo siempre quise ser Ketama, pero también quise haber sido el autor de "Sangre española".

¿Qué le aportó esa colaboración?

Una amistad muy bonita... Él era consciente del proceso que estaba teniendo su enfermedad, pero eso no le impidió seguir diseñando planes de futuro. "A mi manera" le dio un protagonismo que nunca perdió entre sus amigos, pero sí que posibilitó que muchos jóvenes se acercaran a él.

¿El público valoró su pérdida, pero qué supone para sus compañeros de oficio que esa voz se haya apagado?

Yo no creo que se haya apagado. Al revés. Es ahora cuando más está iluminando el camino a todos los que no pudieron disfrutar de su gran obra. Días después de actuar en Canarias me seguía enviando "whatsapp" para que le enviara fotos de su sobrino. Así veía él a mi hijo... Manolo Tena con el reconocimiento de los que conocieron de cerca su música y los que llegaron un poco más tarde hasta ella.

¿La televisión, en este caso, sí que fue un vehículo para agradecer una trayectoria artística?

"A mi manera" tuvo la habilidad de reunir de forma muy divertida distintas propuestas de entender la música.