José Luis Martí seguirá siendo el entrenador del Tenerife la próxima temporada. Según informó ayer Radio El Día, el acuerdo para prorrogar el vínculo que une a ambas partes es total y solo faltaría darle oficialidad al mismo. La idea es que este hecho se produzca más adelante para evitar distracciones del objetivo principal, que no es otro que la lucha por entrar en el "play-off" de ascenso a Primera División. "El momento de hablar sobre mi futuro será a final de temporada", ha repetido hasta la saciedad el técnico cuando se le ha preguntado al respecto. En ese compromiso verbal se recogen las condiciones para la continuidad del preparador balear.

En principio, seguiría siendo el inquilino del banquillo blanquiazul hasta el 30 de junio de 2017 con la posibilidad de extender una campaña más esta unión en función de los objetivos logrados. El acuerdo, confirmado en uno de los habituales encuentros semanales de Martí con el presidente Miguel Concepción, se hará público más adelante. Pero supone un paso adelante de cierta relevancia en la planificación del próximo ejercicio, algo que teóricamente iba a corresponderle al siguiente consejo de administración. No obstante, el mandatario palmero ya advirtió que tomaría decisiones hasta el último día. "No me va a temblar la mano en tomar decisiones. Sigo siendo presidente hasta que se convoquen elecciones y el señor Martí está haciendo un buen trabajo; en el momento adecuado se planteará su renovación. Este entrenador puede hacer muchas cosas por el equipo y si creemos que es bueno, lo renovaremos", dijo hace dos meses celebrando su décimo aniversario al frente de la institución.

Dicho y hecho. Antes de que se produjera cualquier interferencia, club y técnico han llegado a un punto de encuentro que supone también sellar este matrimonio más allá del resultado final del presente Campeonato. Es decir, logre la clasificación o no para el "play-off" de ascenso, Martí seguirá. Y como es lógico, también lo hará si el cuadro insular cambia de categoría y logra dar el salto a Primera. En ese caso, todavía con más razón.

Desde su llegada, el que fuera jugador blanquiazul entre 2000 y 2003 entró con buen pie. Es un profesional respetado por la afición y, gracias a su labor desde el mes de noviembre de 2015, por su plantilla. Las muestras de respaldo se han multiplicado en las últimas semanas a razón de la buena racha, que ya es de ocho encuentros sin perder, del Tenerife. "Desde que tenemos al míster se ven los resultados. Ahora sacamos muchos puntos y tenemos opciones y ganas de meternos en el play-off", dijo Suso Santana la pasada semana. "Sí, pero no depende de mí; yo soy jugador", respondió al ser cuestionado por la conveniencia de renovar a su jefe. Palabras de capitán, que tienen más valor aún.

En principio, Alfonso Serrano también ha recibido ya el encargo de empezar a trabajar en el proyecto 16-17 de la entidad blanquiazul. Sus primeros pasos, como publicó EL DÍA la pasada semana, pasan por intentar que los fichajes de invierno prolonguen su estancia en la Isla como jugadores tinerfeñistas más allá del 30 de junio. De esta manera, y con la continuidad de Martí, se lograría apuntalar los cimientos.