Los informes de las administraciones públicas europeas erraron acerca de la pérdida de arena de la zona de especial conservación al sur del puerto de Granadilla, por el obstáculo que supondría dicha infraestructura en su flujo natural norte-sur, ya que la merma de sedimentos es de entre un 96% y un 98,4% menos de lo previsto, "lo que probablemente hará perder la inversión pública realizada para construir el bypass".

Esa es una de las conclusiones de la comunicación titulada "Impacto ambiental de las obras realizadas del puerto de Granadilla: flujo de arena, sebadales y basculamiento de playas", pronunciada por Ángel Llanos en el marco del XXV Congreso Internacional "Diálogo fe-cultura: El cuidado de la casa común: hacia una ecología integral", organizado por el Instituto Superior de Teología de las Islas Canarias (Istic) y la Universidad de La Laguna.

Este trabajo de investigación en materia de Ciencia Política y de la Administración, que el expolítico realizó acudiendo a estudios científicos realizados por entidades, organizaciones y administraciones de ámbitos insular, regional, nacional y europeo, también concluye que Europa erró, igualmente, acerca de la destrucción del Lugar de Interés Comunitario Sebadales del Sur de Tenerife. Llanos indicó que "han aumentado de densidad, tres años después de iniciarse las obras del puerto de Granadilla".

Hay un aspecto aún por definir, según se desprende del estudio dado a conocer ayer. "Aún no se dispone de datos suficientes para asegurar si se producirá o no basculamiento en las playas de la zona, porque en este periodo de obra no se ha producido en las principales playas (El Médano, La Tejita, La Pelada, La Jaquita y Los Tarajales), pero no se descarta que pueda producirse en el futuro". Sin embargo, en la misma comunicación se confirma que el hecho sí se ha registrado en La Caleta, Playa del Medio y en la Punta del Vidrio. No obstante, los científicos recomiendan continuar su seguimiento, ya que no se descarta que se produzca en el futuro, apuntó el conferenciante.

En el foro del congreso, Ángel Llanos también expuso que el resultado de la movilización ciudadana contra el puerto de Granadilla "no puede valorarse como un fracaso porque el puerto se esté construyendo". A su juicio, es necesario valorar adecuadamente que como resultado de esta actitud de una parte de la sociedad "se ha consolidado una mayor preocupación sobre el deterioro del medio ambiente de la Isla y el puerto en construcción ha perdido cerca del 70% de la dimensión inicial".