De "uso", dice nuestra Real Academia en la acepción 5 del vocablo: "Empleo continuado y habitual de una persona o cosa". De "costumbre", dice en la acepción 1: "Hábito, modo habitual de obrar o proceder establecido por tradición o por repetición de los mismos actos y que puede llegar a adquirir fuerza de precepto".

Refiero lo anterior por lo que voy a exponer a continuación y sin la pretensión de adquirir fuerza de precepto ni aún derecho al uso de la cosa. Pero sí a lo que ha venido siendo uso y costumbre.

La "transversal 1 de Los Llanos" es una vía portuaria que se encuentra entre la gran nave de Salvamento Marítimo y un solar vallado que linda con el Auditorio de Tenerife. A esta vía dan tres accesos a esa nave. Junto a la acera de esa zona está pintada una franja amarilla, indicadora de prohibición de aparcar. En la calzada, del lado de la acera aledaña al solar, está pintada la señalización de no bloquear y la señalización vertical de prohibido aparcar.

Llevo algunos años aparcando en aquella vía, sin obstruir los accesos a la nave, cada vez que voy a los conciertos de temporada de nuestra Orquesta Sinfónica de Tenerife y del Festival de Música de Canarias, todos ellos a las 20:30 horas. Como yo, un buen número de aficionados. Aquella vía la llenamos de coches, respetando aquellos accesos. Tan es así, que yo consideraba casi seguro que había un acuerdo tácito entre el Cabildo y la Autoridad Portuaria para que aquel espacio se pudiese ocupar cuando hay conciertos vespertinos en el Auditorio.

El pasado día 9 de abril, viernes, cuando salimos del concierto, todos los coches que allí habíamos aparcado como de costumbre, teníamos en el parabrisas un "Aviso de Informe de Denuncia"; en mi caso extendido por el agente nº 568 a las 20:20 horas con el boletín nº 0002824. Cuando allí aparqué, siguiendo la costumbre, no tenía conocimiento de que aquella tarde estuviésemos en alerta naranja y con galerna en la mar, circunstancias que hubiesen motivado tener aquella vía expedita para no dificultar el posiblemente necesario y amplio movimiento de Salvamento Marítimo. Movimiento que no debió ser necesario porque todos los coches estaban allí sin haber producido problema alguno. Eso sí, todos con la denuncia.

Resulta encomiable el celo de la Policía portuaria en el cumplimiento de sus funciones. Seguro que aquella tarde/noche era una prioridad en la vigilancia del puerto.