Mossi es uno de los amigos del ciudadano marroquí Hicham, que en la mañana del pasado jueves perdió a su esposa, Hanna. Desde el primer momento, este magrebí ha estado muy afectado, pero siempre apoyado por compatriotas. Mossi señala que Hicham está "muy afectado y triste". Lo más difícil de asumir por este padre es que sus dos hijos preguntan dónde está su madre. Según Mossi, es posible que el niño mayor, de seis años, "sepa algo ya".

Por el momento, ambos menores magrebíes han dejado de estar en el colegio de Los Cristianos y se encuentran en un centro educativo de otro enclave del municipio de Arona. En estos momentos, los pequeños están con un primo de Hicham.

Este hombre y su esposa llegaron procedentes de Tánger. El varón llegó a Tenerife hace más de 15 años y su esposa llevaba en la Isla alrededor de ocho.

Mossi indicó a mediodía de ayer que "ya está esperando la noticia" del fallecimiento de su esposa, "pero mantiene un poco de esperanza de que aún esté viva". Pero la presión de las noticias de que cada hallazgo era de un cadáver, le indicaba que las posibilidades eran casi nulas.

Hicham trabaja en el hotel Mediterranean Palace, en Playa de las Américas, y su amigo Mossi lo considera un "buen trabajador".

Es probable que, con el dolor que ha vivido estos días, acabe trasladándose a Málaga a trabajar, en los próximos meses o el año que viene.

En la jornada de ayer, Hicham fue visitado por el cónsul general de Marruecos en Canarias, Ahmed Mussa, que le brindó apoyo en estos duros momentos.

Mussa expresó su agradecimiento a las autoridades del Ayuntamiento de Arona, del Cabildo y del Gobierno canario, así como de España por el esfuerzo realizado para recuperar a las víctimas de esta tragedia.