La trigésima cuarta jornada de Liga en Segunda División volvió a demostrar que no hay nada escrito a estas alturas. Ni siquiera la ventaja de Leganés y Alavés es definitiva, aunque sus perseguidores (Nástic y Oviedo) empataron entre sí ayer en Tarragona dejando algo de aire a los dos primeros clasificados, que salieron derrotados de sus visitas a Alcorcón y Girona, respectivamente. Estos dos equipos, metidos en el vagón de candidatos al "play-off" de ascenso, encarecieron la lucha con sus victorias. Pero recibieron justa respuesta de Zaragoza, Elche, Córdoba y Tenerife, que también saldaron con éxito sus partidos.

De esta forma, la distancia entre el tercero y el décimo es de únicamente cuatro puntos cuando todavía hay 24 en juego. Por debajo, todavía sigue creyendo el Mirandés. Y eso que el pasado sábado se dejó dos puntos en la prolongación ante el Bilbao Athletic. Se quedó así en 48 puntos y, junto al Osasuna que sacó un punto de Son Moix, pierde algo de comba. Pero no sus esperanzas de seguir luchando.

El Tenerife, que sabía muchos de los resultados que se venían produciendo en la jornada, sorteó ante el Albacete la posibilidad de quedarse descolgado de la lucha. Apenas sube dos posiciones en la clasificación hasta quedar undécimo, adelantando a Mirandés y Lugo, pero afronta las dos visitas consecutivas a Córdoba y Girona, dos rivales directos, con las ilusiones intactas.