El tenor tinerfeño Celso Albelo cerró anoche el círculo virtuoso de su corta, pero brillante carrera al debutar en el teatro Bolshói de Moscú con la ópera "Don Pasquale", del italiano Caetano Donizetti. "Me faltaba un teatro de esta tradición. Estoy muy contento. Es otro paso más en mi carrera", dijo Albelo, que lleva tres semanas ensayando intensamente en la capital rusa. Celso Albelo (La Laguna, 1976), considerado uno de los mejores tenores del mundo, reconoce que fue una sorpresa haber sido invitado a cantar en la catedral del ballet, ya que tenía pensado centrarse en sus próximas actuaciones en el Liceo de Barcelona.

"No me lo pensé dos veces. Ahora se cierra el círculo. Soñaba con cantar en la Scala (Milán), en Viena y en Nueva York, y lo logré", señaló tras cantar por vez primera en enero en el Metropolitan Opera House neoyorquino. También ha logrado cautivar a los aficionados en la Ópera Nacional de París, en el Royal House de Londres, en Berlín, en Sydney y en los escenarios de los teatros más importantes de China y Japón. Albelo confesó que está "impresionado" con el Bolshói, "una auténtica ciudad", en la que "se palpa diariamente la gran tradición e historia del teatro, y la profundidad cultural y musical de Rusia". "Cada teatro tiene sus particularidades, pero el resto es igual en todo el mundo. Es muy gratificante ver esta ebullición cultural en torno a la música. Me cruzo diariamente con los jóvenes y los bailarines de la academia del Bolshói", apuntó el tinerfeño.