Supuestamente se ha ido, pero su sombra sigue siendo alargada, y mucho, en el PP canario y nacional. El exministro de Industria, Energía y Turismo y, hasta hace unos días, presidente de los conservadores en las Islas, José Manuel Soria, hizo una llamada ayer a la secretaria de Organización, María Dolores de Cospedal, que puede marcar el presente y futuro, al menos a medio plazo, de la formación en Canarias. Según fuentes del partido, esa conversación reforzó a Asier Antona como presidente de los populares canarios hasta, al menos, el congreso regional que se celebre (aún sin fecha, y menos con el panorama estatal), aunque el respaldo puede proyectarse mucho más y consolidar al diputado palmero en el Parlamento isleño como líder en el Archipiélago y, por ende, presumible candidato a la Presidencia.

La llamada se produjo antes de que Cospedal comenzara a reunirse con los presidentes insulares del PP. Se abortaba así, en buena parte, las tesis de algunos de ellos, como la majorera Águeda Montelongo o el gomero Javier Trujillo, que no ven en Antona a la persona idónea para liderar a los populares canarios. Una visión que también comparten importantes dirigentes de Gran Canaria, Tenerife, Lanzarote y El Hierro, aunque, por supuesto y dado el peso de Soria en Las Palmas, otros respaldan sin fisuras la reiterada apuesta del expresidente por Antona, al que convirtió en secretario general sin que su labor en los últimos tres años haya convencido a todos. Ayer mismo, por ejemplo, el delegado del Gobierno en las Islas, Enrique Hernández Bento, uno de los nombres barajados como posible presidenciable, insistía en la idea de que el líder del partido no puede ser de una isla no capitalina y, sobre todo, de Gran Canaria, al tratarse del principal caladero de votos del PP.

Por eso, y aunque su propia hermana, María Carmen Hernández Bento, también ha sonado, apuntaba a la portavoz regional, Australia Navarro, como una designación acertada. Estas declaraciones, no obstante, sentaron mal en parte de la formación por proceder de un dirigente que ocupa un cargo institucional tan relevante, lo que aconseja, en principio, mayor distancia. Otras fuentes del partido, además, aseguraron ayer a El Día que los movimientos que se han producido desde el pasado viernes, con la dimisión de Soria, han sido más superficiales que otra cosa y que Antona saldrá definitivamente como líder regional, hasta la celebración del congreso, de la reunión prevista, en un principio, para este viernes por la tarde noche en Las Palmas, y a la que asistirá la propia Cospedal. Por otro lado, los críticos siguen insistiendo en la conveniencia de una gestora de consenso.

Dirigentes de La Gomera y Fuerteventura, con Antona

Frente a la postura crítica o, cuanto menos, de dudas de los presidentes del PP de La Gomera y Fuerteventura ante el liderazgo de Antona, un grupo importante de dirigentes y militantes conservadores de ambas islas se desmarcaron ayer y mostraron su respaldo al diputado palmero.

En el caso de la isla colombina, hablan abiertamente de "postura unilateral" de Javier Trujillo y explicitan un apoyo "incondicional" a Antona. A su juicio, lo "razonable y democrático" es que se cumplan los estatutos del partido, "que emanan de un congreso regional". Por eso, creen que es el momento de la "madurez y de superar viejos tópicos asociados a las cuotas territoriales", al tiempo que creen que Antona "cuenta con el liderazgo suficiente, la formación, capacidad e ilusión para dirigir al PP".

Entre otros, firman el escrito María Elena Trujillo, directora insular de la Administración del Estado, los ediles Eladio Fuerte o Guacimara Ramos, la exdiputada regional Milagros Bethencourt y otros excargos y numerosos militantes.

En Fuerteventura, el comunicado lo firman los miembros del comité ejecutivo regional Fayna Socorro, Jéssica de León Verdugo y Héctor Mateo Castañeyra, quienes aseguran que Águeda Montelongo, la presidenta insular, hizo declaraciones sin contar con su opinión. Muestran también su respaldo total a Antona y abogan por un partido fuerte y cohesionado en las Islas y el Estado en "momentos tan complejos". Por eso, y como los gomeros, prefieren que se cumplan los estatutos aprobados por el congreso regional. En su opinión, han de alejarse de los "clichés" como los "sentimientos insularistas o los pesos territoriales", decidir de forma objetiva y lejos del ruido.