Defraudados, engañados y estupefactos. La pesadumbre reina en los millones de seguidores de AC/DC que recibieron atónitos la noticia de la marcha de Brian Johnson del panorama musical internacional. También hay aflicción en los defensores del Jardiel Poncela patrio, José Manuel Soria, un hombre que ya no sacude la varita en el PP canario.

Ya se sabe que en algún momento al "establishment" le llega la despedida y, por eso, se abre ahora una justa amistosa para encontrar al vocalista que mejor afine las letras de un partido en bancarrota ética por demérito de sus próceres. Las animadoras empiezan a ensayar en la lona con el primer número del "round"; Harpo Marx espera junto a su bocina. Pronto debe comenzar la lucha de poder entre los seguidores de Harry Potter o Lord Voldemort; entre los bilardistas y menotistas de una política canaria que se parece cada vez más a las fábulas de Tomás de Iriarte.

Los populares han puesto en marcha el "casting" de opinión para buscar a su particular Axl Rose, aquel que sea capaz de aglutinar las diferentes sensibilidades que afloran en una formación despistada tras la oscuridad que provocó Soria al apagar la luz. Mientras el mítico Rose, cantante de la banda Guns N'' Roses, será el adalid de AC/DC durante la próxima gira mundial, Dolores de Cospedal reúne a los siete presidentes insulares para componer la nueva estrofa que aporte ritmo tras un virreinato desafinado de 17 años.

Cómo son las cosas, dimite el de Telde y, detrás, se va el "chico malo de los AC/DC" por un problema auditivo. Sin embargo, son muchas las preguntas que se hacen los militantes del PP que han aguantado de forma estoica los devaneos del hombre que quiso poner un impuesto al sol: ¿Sonará el "High way to hell" o el "Back in black"? ¿De la provincia de Las Palmas o de la de Santa Cruz de Tenerife? ¿Conseguirán acabar con los personalismos en un partido que utiliza el "dedazo"? Pues sí, las decisiones son más complejas que elegir entre Bollycao o Perricao, pues de lo que se trata es de encarrilar un partido cuyos jugadores han rendido pleitesía al amado líder de forma reverencial, donde a duras penas cabe un discurso diferente del oficial. Por eso, en las sedes del PP regional se oye AC/DC, aunque ellos no lo sepan.

Hace poco caí en la cuenta de que el guitarrista Angus Young no lleva la bandera de España en la muñeca, ni tampoco la rojigualda pegada a la "cara b" del móvil. No obstante, decía que "estaba harto de oír a la gente quejarse por que los 11 discos sonaban exactamente igual", aspecto que replicaba argumentando que "la realidad es que hemos hecho 12 álbumes que suenan exactamente igual", o lo que es lo mismo: el mensaje cifrado que escribe parte de la militancia que aspira a un cambio de sistema que siga el teorema de la coherencia.

De espaldas, Soria y Rajoy se abrazan mientras saludan a miles de seguidores durante un mitin celebrado en algún lugar del Archipiélago; se intuye la condescendencia verbalizada: "Mariano, nos quieren". Es la foto que más de una semana después de la dimisión sigue dando la bienvenida a todo aquel que busca algo nuevo en la página web del PP canario. Fin de la cita.

@LuisfeblesC