Este año 2016 celebramos el cuarto centenario del fallecimiento de dos de los más grandes escritores de la Historia: Miguel de Cervantes y William Shakespeare.

Además, no sólo fallecieron el mismo año, 1616, sino también el mismo mes, abril, y casi el mismo día -hay algunos que afirman que fue el mismo día-: el 22 el español y el 23 el británico.

Anéctodas aparte, lo que sí parece cierto es que se le ha dado mucho mayor relumbrón al acontencimiento en Gran Bretaña que en España. Si observamos detenidamente el número de representaciones de teatro, los encuentros sobre su obra, y los certámenes que se prevén sobre la vida y la obra de uno y otro, no cabe duda que en el Reino Unido se han esmerado mucho más, tanto las autoridades públicas como las privadas.

Los centenarios de un artista, de un monarca, de un político o de un acontecimiento importante, siempre dan lugar a multitud de celebraciones. En concreto, desde el punto de vista editorial, suelen ser numerosos los nuevos títulos que se editan ese año. Algunos no con demasiado rigor, sino aprovechando la ocasión para editar un nuevo libro. Otros rastrean en nuevas facetas, desconocidas o poco conocidas del homenajeado. Esos son los casos, relacionados con la primera infancia de Miguel de Cervantes, o sobre gastronomía de los siglos XVI o XVII, o sobre los corsarios o la ciudad de Argel, para recrear la vida en la ciudad africana donde estuvo preso durante más de cinco años el autor del mítico "El Quijote".

Sin embargo, hay autores que trabajan concienzudamente y logran publicar una obra de relevancia en un año histórico. Ese es el caso de Jordi Gracia, catedrático de Literatura Española en la Universidad de Barcelona. Para muchos críticos literarios, Gracia es el mejor biográfico español actualmente. Ha publicado "Burgueses imperfectos", sobre un grupo de escritores catalanes del siglo XX: Josep Pla, Josep Ferrater Mora, Pere Gimferrer o Joan Margarit, entre otros. Ya con la monumental biografía de José Ortega y Gasset, descubrimos a un autor excelso. Equilibra la dimensión humana con la faceta intelectual de Ortega y Gasset en una exhaustiva biografía que desactiva varias leyendas sobre este gran pensador y ensayista español.

Jordi Gracia, como él mismo ha manifestado, ha pasado "dos años maravillosos" trabajando en la biografía Miguel de Cervantes, "La conquista de la ironía", que se ha publicado por Taurus. Gracia ha realizado una relectura integral de la obra cervantina, observando cómo transforma su experiencia biográfica real en materia de ficción, porque Cervantes utiliza su biografía para hacer literatura.

Durante su larga vida, Miguel de Cervantes fue soldado, cautivo y una década como recaudador de trigo y aceite y de impuestos atrasados. Descubre que las cosas son y no son a la vez, que el bien puede ser mal al mismo tiempo, que hay verdades que son simultáneas e incompatibles. En definitiva, que alguien que puede parecer ridículo puede ser a la vez inteligente y ecuánime como El Quijote.

Gracia considera la segunda parte de "El Quijote de la Mancha" la obra cumbre de Cervantes, en su madurez, con la capacidad de repensar su propio mundo, escribe desde la ironía donde no hay una verdad absoluta, donde nada tiene una sola cara, lo que se convierte en el eje de El Quijote.

Parte del enigma de Cervantes tiene que ver con el modo en el que fragua la capacidad de redactar algo tan extravagante -como dijo Lope de Vega con mala intención- ya que hasta los 55 años del escritor español, El Quijote no existe. "El Quijote", según Jordi Gracia nació como cuento. Iba a ser una de sus "Novelas ejemplares": pero le da un final distinto, alarga la historia con la entrada de Sancho Panza y los preliminares se los acabará inventando Cervantes porque sabe que nadie se los hará.

Cervantes es considerado creador de la novela moderna. Y entre los riesgos de la modernidad está dudar -porqué no-, reír, la escatología y todo eso es Cervantes.

Sólo nos queda disfrutar todos con Cervantes todo el año 2016.

*Presidente de TuSantaCruz