Hace un mes y medio el miedo se apoderó de los vecinos de la calle San Juan, en el populoso barrio de La Candelaria, después de que se prendiera fuego un inmueble en el número 8 de la vía. Se trata de una casa terrera en estado de semiabandono que había sido denunciada en varias ocasiones al ayuntamiento por el riesgo de incendio que entrañaba, por tener un fácil acceso y por haberse convertido con el paso del tiempo en un problema de salud pública por la existencia de ratas y de cucarachas. A ello se le suma la posibilidad de que una cornisa caiga sobre la acera, porque el inmueble no está ni precintado ni señalizado.

Ya en los días 4 de abril y 30 de julio de 2013, los residentes del entorno, algunos también de la calle María Auxiliadora, registraron por escrito la problemática que les afectaba en el Ayuntamiento de La Laguna, aunque según aseguran también de forma oral y sistemática a los distintos concejales de las corporaciones anteriores.

"Sí, de las anteriores, porque el problema que llevamos sufriendo lo hemos trasladado desde hace ya más de 15 años y la casa lleva abandonada al menos 20 años", destacó uno de los residentes del entorno arropado por dos vecinas de la calle.

Pero el más afectado en este caso, es Juan Pedro Corujo, el propietario de la casa de al lado que lleva sufriendo el problema de las plagas desde hace algo más de 20 años. "Además, ya adelantamos en su momento que se podría producir un incendio, cosa que finalmente sucedió a pesar de toas las advertencias".

"Mi mujer y yo llevamos 57 años viviendo aquí y desde algo más de 20 la vivienda está sin ocupar. Desde hace unos 15 las plagas se hicieron dueñas del lugar y han afectado a toda la manzana desde entonces. Hay un auténtico foco de ratas y de bichos, pero también fue hasta el incendio punto de encuentro del mundo de la droga y no nos extraña que lo vuelva ser cuando se quite el olor a quemado, advirtió con firmeza.

En cuanto al incendio, se produjo un poco antes de la Semana Santa de este año, una noche a las 03:00 horas de la madrugada y la alarma fue mayúscula. "En la vivienda había enseres viejos, basura de todo tipo y prendió todo muy rápido... Y menos mal que no llegó a la parte trasera, donde hay un árbol de gran porte y varias enredaderas que delatan el abandono existente".

Juan Pedro, con cierta resignación, recuerda que la presentación de varias denuncias e, incluso, "lo que parecía una tomadura de pelo. Fuimos a denunciar el problema en la comisaría de La Cuesta, la que está en la calle Abreu y Valdés, y nos remitieron a La Laguna. Allí, en la sede central de la Policía Local nos volvieron a derivar a La Cuesta... Una cosa de locos".

Esta denuncia fue refrendada por los vecinos consultados, que recordaron que Corujo vive con su mujer, que está enferma, "una buena persona que no se merece todo lo que está sufriendo con la casa de al lado y que también sufrimos nosotros porque nadie actúa ni hace nada de nada", aseguró uno de los convocantes con cierta vehemencia.