Los restos del poeta Pablo Neruda ya reposan de nuevo en el sepulcro de su casa de Isla Negra, ahora convertida en museo, después de que el 8 de abril de 2013 sus restos fueran exhumados por orden del juez chileno Mario Carroza, quien investiga la muerte del Premio Nobel de Literatura 1971.

Ha sido así el cuarto funeral para el poeta. El primero tuvo lugar a los dos días de su muerte, en el Cementerio General de Santiago, tras el velatorio de rigor en "La Chascona", la casa que el poeta tenía a los pies del Cerro San Cristóbal y que fue saqueada por los militares tras el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973.

El Premio Nobel quedó sepultado en aquella ocasión en el mausoleo de la familia de la escritora Adriana Dittborn, quien ofreció el sepulcro en medio de los aciagos primeros días de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).

Sin embargo, la tranquilidad para la viuda de Neruda, Matilde Urrutia, y el resto de la familia duraría unos meses ya que en abril de 1974 recibieron una carta de las hermanas de Adriana, Marta y Elena Dittborn, quienes le piden que saque el ataúd del poeta chileno, informa Notimex.

El segundo entierro, al que asistieron un puñado de personas, se produjo el 7 de mayo de 1974, de madrugada, sin medios de comunicación ni invitados especiales ni discursos donde se valoraran los atributos de Neruda.

Los restos del poeta quedaron sepultados entonces en un nicho del llamado "módulo México", el que albergaría sus restos hasta el 11 de diciembre de 1992, cuando fueron exhumados para cumplir con su deseo, manifestado en varias oportunidades, de ser enterrado en su casa de Isla Negra, mirando el mar y junto a Matilde Urrutia, quien murió en 1985.

Al igual que ocurrió el lunes, cuando los ciudadanos chilenos le rindieron homenaje, los restos del exsenador y exdiplomático fueron llevados al ex Congreso Nacional para rendirle un homenaje, tras lo cual fueron trasladados a Isla Negra y sepultados ante la presencia de unas tres mil personas en un acto que contó con la presencia del entonces presidente Patricio Aylwin (1990-1994).

Y allí permanecieron hasta el 8 de abril de 2013, cuando el juez chileno Mario Carroza, quien investiga la muerte de poeta, ordenó la exhumación de los restos para que parte de los hueros fueran sometidos a estudios en Chile y el extranjero.

En la actualidad, una parte mínima de los restos siguen siendo examinados por expertos de Dinamarca y Canadá para intentar determinar el origen de la bacteria que habría provocado la muerte al poeta.

TRASLADO

Los restos del también exsenador fueron sacados de madrugada por sus familiares desde el Salón de Honor del ex Congreso Nacional y subidos a una camioneta del Servicio Médico Legal (SML) que en forma habitual traslada personas fallecidas.

Fuentes de la familia de Neruda explicaron a Notimex que, debido a que los restos no habían sido entregados en forma oficial, el traslado se debió realizar en un vehículo fiscal, escoltado por la Policía de Investigaciones (PDI) y la militarizada policía de Carabineros.

La comitiva recorrió en poco más de una hora el trayecto entre el centro de Santiago y el puerto de San Antonio, donde el poeta recibió un breve homenaje de la ciudadanía sin que el ataúd fuera sacado de la camioneta.

Luego la caravana siguió camino hasta la casa-museo de Isla Negra, donde fue recibido por la familia del poeta y por las autoridades de la Fundación Neruda.

El ataúd, que estaba cubierto por una bandera chilena, fue sacado de la camioneta por efectivos de la Policia de Investigacion Ciudad de México (PDI) y llevado hasta el sepulcro desde donde Neruda fue sacado hace tres años, por decisión judicial, para que sus restos fueran analizados por forenses chilenos y extranjeros.

La PDI elaboró un acta de entrega de los restos del premio Nobel de Literatura que fue firmada por la Fundación Neruda y por Rodolfo Reyes, sobrino del escritor y organizador de este cuarto funeral.

El féretro fue bajado al sepulcro y enterrado junto a los restos de Matilde Urrutia, la última pareja del poeta y que creó la Fundación Neruda para preservar el legado material e intelectual del poeta.

La exhumación de los restos de Neruda se realizó el 8 de abril de 2013 por orden del juez chileno Mario Carroza, quien investiga la muerte de poeta y en el marco de la cual ordenó que las osamentas fueran sometidas a estudios en Chile y el extranjero.

Una parte mínima de los restos óseos de Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto, verdadero nombre de Neruda, siguen siendo examinados por expertos de Dinamarca y Canadá para intentar determinar el origen de la bacteria que le habría provocado la muerte.

Científicos de esas dos naciones iniciaron el estudio de la bacteria estafilococo dorado, ya que ésta no se puede asociar al cáncer de próstata que padecía el poeta y que lo habría llevado a la muerte en la Clínica Santa María de Santiago el 23 de septiembre de 1973.

El juez Carroza investiga las causas de la muerte de Neruda, ya que en un primer momento se mencionó que fue por el cáncer de próstata pero después surgió la versión de que fue envenenado por agentes represivos de la dictadura (1973-1990).

La causa judicial sobre el deceso del poeta chileno data de 2011, cuando el Partido Comunista presentó una denuncia fundamentada en las declaraciones del chofer de Neruda, Manuel Araya, quien dijo que el creador de "20 poemas de amor y una canción desesperada" había sido envenenado.