José Alberto González Reverón utilizó el turno de palabra final, entre la inquietud de varios de sus compañeros. De sus palabras se desprende que con la futura Ley del Suelo no habría caso Arona. “Los artículos 48 y 49 vienen a ratificar lo que hicimos y lo que dijo el secretario municipal”, en el sentido de que “cuando el suelo tiene servicios como agua, luz y aceras debe ser considerado urbano”, lo mismo que “cuando la unidad de actuación tiene dos tercios de suelo edificado”.
Admitió que la retirada de las acusaciones a los siete políticos por parte de la acusación particular “es un balón de oxígeno” y volvió a defender la legalidad de la actuación de la Junta de Gobierno Local entre 2003 y 2007, señalando como un acicate el archivo de una denuncia, por cuestiones similares, interpuesta por los ahora también acusados Manuel Barrios y José Luis González. No perdió la ocasión para volver a referirse a los pronunciamientos favorables a sus decisiones del secretario municipal ya fallecido, aunque esta vez ensalzándolo como profesional.
Pero el juicio del caso Arona lo cerró Juan José Alayón “Cheché”, quien se limitó a pedir “perdón” y “disculpas” por “mis pequeñas impertinencias”.