El Cabildo de Tenerife no va a reducir ni un kilómetro de trayecto de guagua de TITSA en el suroeste de la capital tinerfeña y va a seguir escuchando sin imponer nada en lo referente a la ampliación de la línea 2 del tranvía, dijo hoy el director insular de Fomento, Miguel Becerra.

El director insular hizo esta aseveración en el pleno del Cabildo tinerfeño durante el debate de una moción en la que el grupo Podemos defendió una propuesta alternativa a la extensión de la línea 2 del tranvía hacia el suroeste basada en el transporte público en guagua, y que fue rechazada por 15 votos en contra, 9 a favor y una abstención.

"Estamos en un proceso de participación abierto", aseveró Miguel Becerra en el pleno, en donde consideró que el Cabildo realiza una apuesta decidida por el transporte colectivo y trabaja en proyectos de carriles bus y cargadores de coches eléctricos, entre otros, y en el caso de la ampliación de la línea 2 del tranvía defiende un trazado que es "el que proponen los técnicos".

Subrayó Becerra que el tranvía y la guagua se diseñan para las personas, no para el territorio, y si hay un proyecto efectuado por un ingeniero merece "un respeto y un valor".

El portavoz de Podemos, Fernando Sabaté, defendió su propuesta como una oportunidad para ofrecer "todas las ventajas del tranvía sin perder ninguna de las guaguas" y recordó que el proyecto de ampliación de la línea 2 aún está "en estado embrionario".

Sabaté elogió el tranvía como un transporte puntual, accesible, confortable y no contaminante, pero agregó que el nuevo proyecto tiene dos inconvenientes y el primero es que resulta "muy caro", pues la ampliación prevista en 2,5 kilómetros de recorrido y cuatro nuevas paradas cuesta alrededor de 37 millones de euros.

El segundo inconveniente a su juicio es el de ser un transporte "tremendamente rígido", ya que una guagua puede modificar su recorrido en caso de obras, accidentes u otras incidentes y además puede prestar diferentes servicios y rutas.

La propuesta "constructiva" de Podemos consistía en establecer guaguas eléctricas en la zona prevista para la ampliación y que cuenten con las ventajas del tranvía, como el sistema de preferencia semafórica y la información en marquesinas.

A juicio de Sabaté, este proyecto sería "flexible" y seguramente costaría "menos de la cuarta parte" del proyecto del tranvía por dicha zona.

La consejera del grupo Popular Ana Zurita calificó de "sostenible" la propuesta de Podemos pero también consideró que supone más una teoría sobre el transporte pública que sobre el tranvía en sí mismo, cuando a su juicio habría que combinar la movilidad con guaguas, taxis y aparcamientos accesibles.

Objetó la consejera que para el director insular de Fomento el tranvía es "una perla" pera para ella en el entorno urbano por el que discurre la línea 1 es "un estorbo" porque no hay "coexistencia" entre este transporte y el peatón.

Al final parece que el Cabildo llega "como los hombres de negro" con un maletín con 37 millones de euros cuando en realidad "el planeamiento no se hace a golpe de mociones, sino en un proceso lentísimo con muchos trámites", agregó Zurita.

Por ello reclamó "sosiego, pensar más las cosas y que la implantación del tranvía en el suroeste no sea una grieta irreversible como tantas infraestructuras hechas en la isla", al tiempo que solicitó retomar el diálogo y escuchar a los comerciantes de la zona.

Miguel Ángel Perez, consejero del grupo Socialista, bromeó con el hecho de que iba "a meter un marrón" a Miguel Becerra porque hay partes de la moción de Podemos que valora, como las alternativas de mejora para TITSA, algo "con lo que no puede estar uno en contra ya que es de sentido común".

No obstante, señaló Pérez que cree "firmemente" que la ampliación de la línea 2 "es la mejor opción pensando en los ciudadanos de mañana" y no en "soluciones cortoplacistas", pues el tranvía puede resolver los problemas de movilidad en La Gallega, Los Majuelos y Tíncer durante los próximos 30 años sin dañar más el territorio.

Respecto a los detalles de la propuesta de Podemos, Miguel Becerra puntualizó que si se defienden vehículos eléctricos, preferencia semafórica y carril exclusivo "eso es el tranvía" y precisó que las guaguas eléctricas cuestan entre 350.000 y 700.000 euros y pueden durar solamente cinco años.

Agregó también el director insular de Fomento que no hay mayor incidencia de cierre de comercios por donde transcurre el tranvía, y aludió a las cifras de un estudio según el cual por donde discurre la línea están abiertos el 78 por ciento de los negocios y el 82 por ciento en el trazado actual de la 2.