Puerto de la Cruz se ha acostumbrado a esperar por proyectos atascados durante años, lustros, décadas e incluso siglos. El listado de asuntos y proyectos pendientes en la ciudad turística prácticamente no ha variado en los últimos años, en los que se han alternado gobiernos de diferente signo político. Por ahora nadie ha logrado concluir iniciativas como el puerto y el parque marítimo (con un proyecto recién consensuado y el punto de mira puesto ahora en 2017); la ampliación del jardín botánico, que pronto cumplirá treinta años entre obras y retrasos; la playa de Martiánez, un compromiso presupuestado desde 2006; la estación de guaguas, cerrada desde 2009 y bloqueada por un lío administrativo pendiente de desenredar desde 2013; el antiguo hotel y casino Taoro, cerrado desde 2006, o el Parque San Francisco, cuya rehabilitación es solo una idea desde 2013.

El presidente insular, Carlos Alonso (CC), ha reconocido que en la ciudad existe frustración por proyectos tan anhelados como el muelle portuense, que se solicitó por primera vez en 1506. Pero sostiene que, en ese caso paradigmático, "nunca habíamos estado tan cerca". Al menos ya existe consenso político respecto al proyecto técnico tanto en el Cabildo como en el ayuntamiento.

Alonso afirma que se sigue trabajando en todos esos proyectos. Se realizan gestiones con el Gobierno de España, el SEPE y el ayuntamiento para desbloquear el conflicto por la titularidad pública del suelo que bloquea la obra de la estación de guaguas desde 2013, "e incluso se está valorando la vía de la expropiación para poner fin a este lío jurídico tremendo".

Ya se ha presentado el proyecto de canalización del barranco de la playa de Martiánez, que, según Alonso, era el principal escollo que ponía Costas para una obra que el Cabildo está dispuesto a prefinanciar.

El edificio del antiguo casino y hotel Taoro está pendiente de "un estudio que determine las patologías que tiene el edificio y, una vez detectadas, aportaremos los fondos necesarios para su reparación y licitaremos la explotación de una forma abierta, de manera que los inversores planteen qué usos quieren dar al edificio y las parcelas anexas".

Respecto al Parque San Francisco, en 2013 se eligió, mediante un concurso de ideas, un proyecto de reforma. Por ahora se están redactando proyectos para delimitar la volumetría máxima del futuro inmueble y rehabilitar la parte histórica.

El alcalde portuense, Lope Afonso (PP), también espera que "muy pronto" se pueda sacar a licitación la gestión de ampliación del jardín botánico, lo que pondrá fin a una de las obras más largas de la historia local. "Las obras están terminadas -detalla-, pero hay algunas discrepancias respecto a los remates. Cuando se solventen, la gestión podrá salir a concurso público. Y esperamos que pueda ponerse en uso a finales de este año o principios de 2017".

De la Casa Amarilla a la piscina municipal

El listado de proyectos pendientes incluye, además, la recuperación de la histórica Casa Amarilla, que fue el primer centro primatológico del mundo y lleva décadas en ruinas; la restauración de la casona de San Antonio o Casa Tolosa, también en estado ruinoso; la ciudad deportiva, para la que se solicitó un crédito de seis millones en 2008 y se tuvo que devolver sin usar en 2012; la apertura del polideportivo de La Vera, cerrado desde 2009 y convertido en un almacén del ayuntamiento, o la reciente iniciativa para reformar y reabrir la piscina municipal (convertida en Centro Insular de Tecnificación en Natación), cerrada por una avería en su sala de máquinas desde el 13 de diciembre de 2015, y aún sin proyecto concreto.

La playa de Martiánez, desde 2006

Costas dijo en 2006 que destinaría 5 millones para regenerar la playa de Martiánez. Diez años después, la obra no ha comenzado.

La interminable ampliación del Botánico

La ampliación del histórico Jardín de Aclimatación de La Orotava, en el Puerto de la Cruz, comenzó en 1988 y aún no ha terminado.