Más de 22 millones de personas en todo el mundo realizaron un crucero en 2015, de las que 6,6 millones eran europeas y 460.000 españolas. El sector atraviesa por un momento dulce y Canarias -inmersa también en la etapa más boyante de su historia para el turismo- no es una excepción. Esta época tan positiva supone, según el director nacional de la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA), Alfredo Serrano, "una buena oportunidad para fidelizar a esos clientes y a esas compañías para que regresen a las Islas e, incluso, aumenten su presencia".

Serrano -quien participó la semana pasada en el Congreso Internacional de Turismo, organizado por Tribuna Forum y celebrado en Adeje- constata que el actual es un momento "muy positivo". "Cada vez hay más barcos y más presencia de los puertos canarios como puertos base. Parece que esa tendencia se mantiene", destaca. El tráfico de cruceristas en los puertos de la provincia de Santa Cruz de Tenerife se incrementó un 10% en 2015 respecto al año anterior, mientras que en los de Las Palmas creció aún más, un 17%.

El estado de las infraestructuras es, en general, "correcto", afirma el director en España de la asociación de líneas de cruceros, que, no obstante, matiza que "siempre pediría más". A su juicio, "las autoridades portuarias se están adelantando, como debe ser, a las expectativas y a las necesidades futuras", de manera que "se están acometiendo infraestructuras importantes" en las dos provincias. También ve positivo que se esté "aprovechando la oportunidad" de "crecer en todas las islas", y no solo en las capitalinas. En este sentido, Serrano celebra que se esté discutiendo "qué se puede hacer" en todas ellas.

Cuando se le pregunta la clave del progreso que ha experimentado el turismo de cruceros durante los últimos años, el director nacional de CLIA resalta un factor en especial: la "excelente" relación calidad-precio. "Todos los segmentos, desde el que busca el megalujo hasta los que prefieren una opción más económica, como el turismo de familias, pueden encontrar unas vacaciones a bordo de un barco". Además -agrega, recurriendo a un juego de palabras-, "cuando hacen cuentas se dan cuenta de que sale a cuenta".

Los "esfuerzos" de las compañías de cruceros también explican los buenos datos que se apunta el sector, según Alfredo Serrano. "Buscan variedad, diversidad y novedades que atraigan a los clientes y acuden a diferentes segmentos de población, como gente más joven que busca una primera experiencia a bordo de un barco", expone.

Esta diversidad impide trazar un perfil del crucerista, de la misma forma, indica Serrano, que es difícil hacer lo propio con el turista de hoteles o de "resorts". Aunque el público de familias -parejas con hijos- es el mayoritario, hay segmentos distintos -clientes de edad "algo mayor", turistas en busca de cultura o nuevas experiencias- que también optan por esta modalidad de viaje. "Todos somos potenciales cruceristas. Solo hay que adecuar el crucero que más se adapta a nuestras expectativas e intereses", concluye el representante nacional de estas empresas.