Miles de personas recorrieron hoy martes los municipios de Breña Alta, Breña Baja y Santa Cruz de La Palma para disfrutar de unas 60 cruces engalanadas por los propios vecinos, aunque este año hubo enrames tradicionales que se han perdido quizás por la complejidad del relevo generacional para esta actividad y también por la falta de apoyo institucional.

El recorrido por la parte alta de Breña Alta, saliendo desde La Pavona, no defraudó. Eso sí, en algunos casos más que enrames han sido obras de "ingeniería" donde las cruces han sido un elemento más de diseños ambiciosos. Las cruces del Medio, Chica, Del Manchón, La Sociedad, La Piedad, Del Morro, Del Centro, Las Ledas... Por cierto, muy original la cruz del colegio Miranda: un bosque con sus flores, setas, un árbol, arcos iris...

En Breña Baja crece la cruz de San José, pero también estuvieron Las Mesitas, Descanso de los Difuntos, Breveritas, El Monte y Barranco de Amargavinos... En algunos casos, el nivel ha sido difícil de mantener, primero porque en otras ediciones fue tremendamente elevado. Siempre hay que tener en cuenta que es una labor realizada por los propios ciudadanos.

El Santa Cruz de La Palma se notó la ausencia de la cruz de El Pilar, una de las más genuinas tradicionalmente, y se sigue añorando a Francis Brito, siempre en el recuerdo, y a "su" cruz del colegio de El Puente. También faltaron a la cita Santiago, la calle Cruz Roja y El Galeón. Se unió, por el contrario, los vecinos de la Cruz del Santo Cristo del Planto. Demasiadas ausencias. Para recapacitar. Es más, tampoco se conoció durante el día de ayer las cruces ganadoras en el concurso que organiza el ayuntamiento, siendo la primera vez que ocurre esta circunstancia.

Por otro lado, fueron protagonistas un año más los mayos en la zona de barriada de Pescadores, Velachero, Rodríguez López... mientras que, a la vez, la capital celebró su 523 aniversario de su fundación, con la procesión civil del Pendón Real y la de la Santa Cruz desde El Salvador hasta la iglesia de San Francisco.