Según el alcalde de la capital, José Manuel Bermúdez, ayer era el "típico día para disfrutar de la ciudad". Sin que el regidor llegara a esa conclusión, a media mañana, miles de santacruceros -y de otros lugares de la Isla- ya abarrotaban las Ramblas.

En un día "típicamente" primaveral, con aire fresco en la sombra, calor allí donde llegaban los rayos del sol y rachas de viento molestas en algunos tramos, el atractivo de las cruces de flores y de materiales reciclados volvió a ser suficiente para concentrar a familias enteras en torno a un recorrido que comenzaba en la avenida Reyes Católicos, se prolongaba hasta el final de la Rambla (de las Tinajas), frente al hotel Mencey, y tenía su punto álgido en el parque García Sanabria.

A ello se unió este año otra iniciativa, en este caso más comercial, el "Vive la Rambla", que sirvió de aperitivo, por lo visto con cierto éxito, para quienes hicieron el recorrido dirección al mar. La mayoría, por cierto.

Da igual que muchos de los que asistieron a disfrutar de la jornada festiva en la capital desconociesen que el de ayer era el día grande de las fiestas fundacionales de la ciudad. Tampoco hacía falta.

El paso relajado de la gente nada tenía que ver con el ajetreo y las prisas que caracterizan cualquier jornada laboral. Solo las sirenas de varias ambulancias rompieron la tranquilidad que, durante gran parte de la mañana, reinó en el recorrido. El trabajo que llevan las cruces merece esa calma.

Las primeras, fabricadas por escolares de la capital con materiales reciclados, fueron objeto de muchos comentarios. Algunas como la del CEIP Chamberí, con ejemplares de flora canaria hechos de plástico y cartones de huevos, despertaron la admiración de grandes y pequeños, que no dudaron en fotografiarse junto al símbolo.

Aunque resulte llamativo, aún se sorprende mucha gente por las cosas que se pueden hacer con materiales reciclados. Para reflexionar.

Las segundas, de flores, fueron, otro año más, un espectáculo visual. La sorpresa en esta edición estaba al final. Una de las cruces de Juan Álvarez, campeón de España de arte floral, se complementaba con una joven vestida de novia. Pocos pudieron resistirse a inmortalizar el momento con ella. Ni siquiera la comitiva política municipal.

Hasta allí había llegado comandada por el alcalde, con el grupo Tajaraste amenizando el camino con isas y folías. Varios concejales más del grupo de gobierno y la corte de honor de las reinas adulta e infantil de las fiestas completaban el séquito. Durante el recorrido que los llevó hasta allí, desde la esquina de la Pureza, al regidor no le quedó más remedio que "competir" con las jóvenes por el objetivo de las cámaras. El final del trayecto sería en la asociación de vecinos Los Lavaderos.

Entre medio, cierto sentimiento de tristeza. Tras décadas como testigo, el de este año no solo fue el último carnaval del quiosco Numancia, hasta que reabra, sino también sus últimas fiestas de mayo. Ayer, más de uno seguía sorprendiéndose por el cierre del emblemático establecimiento.

Y mientras las Ramblas disfrutaban de sus cruces, el García Sanabria lo hacía con artesanía, flores y plantas... y los Gorgoritos. Lleno tras lleno, los títeres volvieron a dar fe de que son un espectáculo garantizado. Solo queda una duda cuando acaban sus actuaciones: ¿disfrutan más los pequeños o quienes les acompañan?

Llegado el mediodía, el turno les tocó a los puntos de comida instalados en el parque. Yogures (regalados), dulces de Vilaflor y quesos competían en número de personas en la cola esperando para comprar. Eso sí, sin agobios. Nadie parecía tener prisa ayer. Y eso que por la tarde se unió aún más gente a la "fiesta".

Tampoco quienes circulaban por el otro Santa Cruz. Porque la fiesta estaba en el de "arriba". El de "abajo", de las Ramblas hacia el mar, mostraba la imagen de cualquier día festivo y sin algo externo que lo anime, con poca gente en la calle, tráfico más que fluido, tiendas cerradas. En definitiva, un "típico día para pasear por la ciudad", a todo aquel que le guste hacerlo. Que los hay.

Entrada la tarde-noche, y ya con la jornada laboral a la vuelta de la esquina, la estampa del Santa Cruz de las flores fue cambiando. Tocaba regresar a casa.

Solo faltaba conocer los ganadores del concurso de cruces que, durante todo el día, se habían expuesto por todos los distritos del municipio, desde San Andrés hasta Santa María del Mar; desde Los Campitos hasta el mismo centro. En total, más de una treintena de símbolos.

Y los afortunados esta vez fueron, por este orden, la asociación de vecinos y cultural El Drago, de El Draguillo; Asociación de Amigos y Familiares de Internos (Afaute-Ca); Asociación El Asío, de Igueste de San Andrés; Centro Cultural Tamaragua, de El Tablero; y la Asociación de Amigos de Vistabella.

Ahora toca pensar en la próxima edición. Será el 523 aniversario de la fundación de la ciudad.

Procesión de la Santa Cruz por varias calles de la capital

Los actos festivos que se prolongaron durante gran parte de la jornada de ayer concluyeron con la celebración de la santa misa, que conmemoró el 522 aniversario de la fundación de la ciudad, en la iglesia de La Concepción. La eucaristía fue oficiada por el obispo de Tenerife, Bernardo Álvarez. A su término, y como es tradicional, se celebró la procesión con la Santa Cruz. Acompañada por cientos de fieles, el símbolo cristiano y de la ciudad recorrió las calles de Santo Domingo, calzada La Noria y Domínguez Alfonso./ el día