El Llagostera, recién ascendido a Segunda División, supo ver en el verano de 2014 un goleador en ciernes en él. Hasta ese momento, la carrera de Sergio León había transcurrido entre Betis, Reus, Murcia e Ilicitano sin mucho ruido ni grandes cifras goleadoras. Tampoco fue la pasada campaña especialmente llamativa en este último aspecto (marcó nueve tantos), pero sí ofreció un nivel futbolístico que despertó el interés de varios equipos.

El Tenerife fue uno de ellos. A Alfonso Serrano le encantaba el delantero nacido en la localidad cordobesa de Palma del Río y estaba decidido a solicitar al Elche su cesión para esta temporada. En Primera difícilmente iba a tener minutos. Pero entonces surgió el descenso administrativo del club franjiverde y ahí quedó abortada cualquier posibilidad de salida de Sergio León hacia otro equipo. Todos los futbolistas que tenían contratos modestos se quedaron y tanto el director deportivo, Ramón Planes, como el técnico Rubén Baraja depositaron su confianza en él.

El tiempo ha dado la razón a Serrano y a los que le han dado la opción de triunfar en el Elche. En 36 jornadas ha anotado 20 goles y es el máximo realizador de Segunda. Su peso es tal que lleva 20 de los 33 tantos logrados por su equipo hasta el momento. En las ligas europeas no hay otro futbolista con ese promedio realizador. Luis Suárez (Barcelona), Ighalo (Watford) o Higuaín (Nápoles) marcan menos de la mitad de los goles de sus equipos por ejemplo. Y habría que acudir al colista de la Serie B italiana, el Como, para encontrar en Ganz a un atacante con guarismos similares.

Las ofertas por León empezaron a llegar en enero, pero tiene contrato hasta 2018 y una cláusula de dos millones de euros. Posiblemente salga en verano. Pero de momento es una amenaza para el Tenerife. Y mañana mismo.