"Las peticiones de los vecinos del camino Montaña Garabato, en el municipio de El Rosario, por fin han sido escuchadas. Desde 2008, los habitantes de esta zona del municipio rosariero sufren los problemas de acceso que se derivan del mal estado de la única pista de tierra que les comunica con la carretera general". Ese párrafo, que bien podría aplicarse al momento actual, es de agosto de 2011, tres años después de que el Pleno de El Rosario aprobase una moción de IR-Verdes para instalar alumbrado público en la vía.

En aquella ocasión, una vez más, los buenos propósitos no acabaron saliendo adelante, y la tierra y el peligro continuaron en la zona. Hasta las últimas semanas. A través de las áreas de Obras y Seguridad, el Ayuntamiento de El Rosario ha acondicionado al fin el camino mediante la colocación de una valla metálica de seguridad y un firme de cemento, con lo que se busca evitar la situación que se producía especialmente en los días de lluvia intensa. Prueba de esa inseguridad son los al menos dos accidentes registrados y en los que vehículos terminaron cayeron al terreno contiguo.

El hoy alcalde, Escolástico Gil, puso el foco en este asunto en repetidas ocasiones cuando aún estaba en la oposición. Por entonces, argumentaba que los residentes se veían obligados a circular en un único sentido por motivos de seguridad desde la calle Amílcar González Díaz hacia Maximino Bacallado, por un tramo "sin acondicionar, peligroso y sin protección para la circulación". Eso fue en 2011. Un año después volvió a insistir públicamente en la misma idea: "El primer acuerdo sigue sin cumplirse, la vía continúa mal iluminada y los vecinos han vivido episodios de inseguridad con intentos de robos en la zona y la salida de coches de la vía, tal y como habíamos pronosticado".

En todo ese proceso, y después del primer acuerdo, IR-Verdes también presentó una pregunta en el mes de mayo de 2009, y reiteraron la petición en 2011, cuando se alcanzó el acuerdo que ha sido incumplido hasta la actualidad. Cinco años después de la decisión, y tras ocho de las primeras peticiones formuladas, en el camino Montaña Garabato por fin se transita un poco más seguro.